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Ibagué llora por la negligencia pública y suplica cambios profundos

Los Juegos Deportivos Nacionales se componen por más de 54 disciplinas, Ibagué se queda con 13 modalidades de las cuales no tenemos la seguridad de quedarnos con Natación, Polo Acuático y Voleibol, deportes con la intención de llevar a cabo en la sede de emblemática de la 42 'Piscinas Olímpicas Hernando Arbeláez Jiménez', pero el alcalde Luis H. dice: “No hay que armar escándalo”.

Tore, el Loro orejiamarillo en vía de extinción emblema de los Juegos Nacionales y Paranacionales se va a volar por diferentes ciudades de Colombia, recorriendo cada ciudad y demostrando la #VergüenzaNacional en la que Ibagué se encuentra.

Cada día Ibagué deteriora su imagen y la credibilidad de volver a ver  las oportunidades admisibles creadas por personas desinteresadas del gremio deportivo que siempre han querido ver en Ibagué un potencial competitivo a nivel deportivo.

Es mi  deber  reconocer y darle las gracias a las personas que han trabajado arduamente por traer los Juegos Nacionales y Paranacionales a Ibagué. A ellos: GRACIAS. Gracias por pensar que si se puede, gracias por seguir a estas alturas liderando y emprendiendo el camino de la logística y el voluntariado para los Juegos Deportivos Nacionales, a pesar del sin sabor  que se vive a diario. Gracias también por  querer forjar una sociedad deportiva basada en principios y valores, los deportistas que hemos sido parte de este movimiento deportivo a nivel competitivo podemos sentir que ser deportista de alto redimiendo es un privilegio que hace la diferencia en esta sociedad en crisis de ética y moral. Gracias por pensar que si se podía, por creer que Ibagué deposito su voto en personas altamente preparadas para tal ejecución.

Cada día menos deportes que nos permitan interactuar y poder tener la experiencia de vida para valorar unos Juegos Deportivos Nacionales, coyuntura ideal para  la evolución cívica que Ibagué necesita y de esta manera tomar amor por sus deportistas y sentir el mérito de llevar la bandera de Ibagué.

Posiblemente Ibagué se quede con 10 Disciplinas en escenarios como el Club Campestre y el Champagnat entre otros, lo que lleva a concluir que el único escenario deportivo que medianamente se alcanzara a entregar es el Estadio Manuel Murillo Toro.

Difícil no expresar desagrado ante todas las irregularidades, y las acciones que nunca fueron coherentes con el imaginario de “Los mejores Juegos Deportivos de la Historia” más las  respuestas incongruentes  y exposiciones de ideales absurdos planteados, “toda una politiquería montada”

Se espera que Ibagué no olvide que todo lo que empieza mal, termina mal, desde el primer momento se vislumbraban incoherencias en el cronograma, temas de contratación, planificación, ejecución y asesoría especializada, no debemos omitir por ejemplo: la medida mal elaborada de la piscina en el complejo acuático del Parque Deportivo que  por desconocimiento del manual de construcción de complejos olímpicos de la FINA, (Federación Internacional de Natación Amateur) la ubicación de la piscina fue mal proyectada quitándole a Ibagué  la posibilidad de proyectarnos a nivel internacional.

Pero como pedir que los Juegos se adecuen de manera correcta e ideal cuando nunca ha existido sentido de pertenencia por los deportistas que por años han representado al Tolima y a Colombia.

Es posible pedirle a los dirigentes que le den prioridad a estas validas, cuando los deportistas no reciben el amparo garante como representantes del Tolima, como exigir que exista una sincronización y ejecución impecable si desde el primer paso estos juegos se han visto afectados, a esta altura del camino los deportistas deberían estar concentrados en las “villas” reconociendo el terreno y afianzándose en la casa protagonista, y no organizando la logística a última hora para desplazarse a ciudades diferentes, matando la ilusión de competir en su propia casa.

Deslumbra ver lo que ocasiona no tener líderes con capacidad de  programación y ejecución responsable, acontecimiento que hace perder la credibilidad de los ciudadanos.

A pesar de estas condiciones nuestros deportistas deben desplazarse a ciudades como Cali, Bogotá, Guarne y Rionegro a realizar concentraciones que les permitan seguir un alto nivel de rendimiento  y cubrir los  altos costos de desplazamiento, alojamiento y  alimentación patrocinado  por sus familias para poder mantener el nivel, adicional a esto la selección Tolima de Patinaje debe arriesgar su equipo entrenando a las afueras de Ibagué donde una caída en asfalto tiene más graves consecuencias que en una pista de patinaje corriente.

La selección Tolima de Natación entrena en una piscina de 25 metros para enfrentarse a una piscina de 50 metros, hecho que  genera dificultades a la hora de competir.

Entre otras, gimnasia olímpica tuvo que adaptar una casa para mantener el nivel y poner en riesgo lesiones de los deportistas por falta de espacio y amplitud, estos son algunas consecuencias que por falta de visión tienen que soportar de manera injusta los deportistas.

Como no comparar las administraciones, gestiones y proyecciones de ciudades como Cali y Medellín cuando se destacan por tener certámenes de alta calidad tanto en logística como a nivel competitivo abriendo puertas para Campeonatos, Mundiales, Suramericanos y Centroamericanos, entre otros.

La intensión de querer marcar la historia deportiva en el Tolima, solo se ha quedado en el pensamiento en la palabra y en la emoción interesada según lo demuestran los mandatarios.

Ibagué sigue soñando con unos Juegos que le permitan ser la apertura de una nueva era en sentido cívico y a nivel deportivo, pues es la oportunidad de evolucionar y ser un foco de despliegue deportivo, empresarial, logístico, turístico y cultural.

El sector empresarial está afectado  y La gestión sin proyección le pone el velo a Ibagué de perder una gran oportunidad para mostrarnos, amar la región y crecer en un colectivo  ciudadano.

La ciudad llora por la negligencia pública, Ibagué suplica cambios viscerales, los ciudadanos queremos una Ibagué con mandatarios leales y vestida de amor por nuestra ciudad, ha llegado el momento de remplazar la bandera del Tolima por la Bandera de Ibagué, ha llegado el momento de incrementar la pertenencia, ¡porque Ibagué se lo merece!

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