No podemos ignorar que nuestro país está en crisis. La pandemia por el COVID-19 está afectando desde grandes potencias económicas, hasta economías emergentes como la nuestra.
Esto ha provocado que las brechas socioeconómicas se amplíen, lo cual representa grandes retos para nuestra sociedad en conjunto, como lo es plantearnos un proyecto de país, mediante cambios profundos al mínimo costo posible y con el mayor impacto social.
Conscientes de ello, los colombianos han optado por distintas formas y medios, para comunicar su descontento, para exigir asimismo mayor atención de las instituciones.
En efecto, la manifestación pacífica y colectiva está amparada en nuestra Constitución, no obstante hemos visto con tristeza y desazón, cómo se ha perdido el respeto y la tolerancia, tanto en las calles como en las redes sociales, lo cual ha desembocado en los escenarios de ataques directos a la dignidad de las personas que no constituye ni representan en ningún sentido los valores democráticos.
En este contexto, nuestro Partido MIRA ha tomado una postura hacia restablecer los lazos de convivencia y debate sobre las ideas y no en contra de las personas. Es así que consideramos que el diálogo es el camino, el único, para poder resolver los problemas de fondo que afectan a nuestro país.
Como ciudadanos además de derechos, tenemos el deber de convertirnos en actores activos en la búsqueda de soluciones comunes; esto es posible solamente a través de la escucha de argumentos y la concertación.
De esto se trata el diálogo social, llegar a acuerdos a través de un intercambio asertivo de ideas, fundado sobre valores. El fruto no es otro que un proyecto de sociedad en el marco de la paz, la solidaridad y el respeto.
Para construir este proyecto no podemos perder la sensibilidad humana; hay desencuentros porque de eso se trata la búsqueda del sentido común en todos los ámbitos; desde los mismos hogares, hasta el nivel local, regional y nacional; en un mosaico de distintos intereses, necesidades y agendas, debemos optar por el camino que conduzca a una sociedad unida, que trate de resolver todos los asuntos y las crisis, desde la empatía y el consenso.
Es así que invitamos a todos a participar de este diálogo, a dejar a un lado el ataque personal, y nos concentremos en la definición de lo importante, sin transgredir la integridad de las personas, las leyes pueden ser reformadas en todo tiempo, y por ello la vida y la dignidad de las personas priman sobre las diferencias políticas e ideológicas. Necesitamos proteger la vida como el eje esencial, para construir una sociedad más justa y superar esta y todas las crisis, entre todos.