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La movilización ciudadana del 21 de noviembre de 2019 sin duda pasará a los libros de historia de nuestro país. Por primera vez en mucho tiempo, las 32 capitales fueron las protagonistas gracias a la movilización de los colombianos que manifestaron su inconformismo frente a la apatía de un gobierno que no ha podido cumplir sus promesas de campaña y de mandato.
Un nuevo sentimiento nacional nace en medio de la polarización política que ha vivido esta Nación por más de 200 años, un sentir que ha unido a un país sin importar las famosas posiciones de "izquierda" o "derecha". Este es un sentir que nos une entorno al bienestar general de los colombianos y que está por encima de los intereses políticos.
Nuestro sentir no ha sido indiferente con el dolor ajeno, y siempre busca el diálogo para terminar con la violencia. Este nuevo sentir que no permite callar ante las injusticias, pese a la polarización mediática, ha cambiado la agenda política del presidente de la República.
Ibagué ha sido una ciudad ejemplo, se ha manifestado respetando la Constitución. Desde aquí, hemos rechazado la violencia y hemos respetado el derecho a la protesta consagrado en nuestra carta magna: "Toda parte del pueblo puede reunirse y manifestarse publica y pacíficamente" .
La protesta es un derecho ciudadano y fundamental para el desarrollo óptimo de una democracia. Hoy, esta generación que se ha manifestado tiene la gran responsabilidad de seguir trabajando dignamente por su país y no caer en los yerros del pasado que estancaron el desarrollo de la Nación.
