Alcalde electo de Rovira logró archivo de proceso gracias a maniobras dilatorias
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Por prescripción se extinguió la acción penal por corrupción al sufragante que enfrentaba el alcalde electo de Rovira, Diego Andrés Guerra Quintero. En el juicio oral, la Fiscalía señaló que los abogados habrían incurrido en una serie de maniobras dilatorias que pudieron afectar el normal desarrollo del proceso penal.
El juez determinó la prescripción del delito de corrupción al sufragante a Guerra Quintero, tras determinar que se habían superado los tiempos que establece la ley. Para el delegado del ente investigador, esta prescripción se presentó por las maniobras emprendidas por los abogados que dilataron las audiencias preparatorias, afectando así el desarrollo del juicio formal.
Fueron 15 veces en total en las que se aplazó el juicio formal, 12 veces por la defensa y 3 por parte del procesado.
Guerra Quintero debía ser enjuiciado el pasado 6 de noviembre, pero debido a esta situación, ese día, una nueva defensa de confianza, solicitó al togado la prescripción del proceso y este lo avaló, teniendo en cuenta que la imputación de cargos se realizó en el año 2015 y desde ese tiempo a mayo de 2019, ya habían transcurrido 45 meses.
La Fiscalía solicitó al Juez Cuarto Penal del Circuito de Ibagué, compulsa de copias en contra de los defensores que —en el trascurso de un poco más de 3 años y 9 meses— ha tenido Diego Guerra, por las dilaciones que considera hubo de su parte para que el proceso por corrupción al sufragante que el ente acusador le adelantaba, no llegara a una sentencia definitiva.
En el año 2015, Guerra Quintero, fungía como candidato a la Alcaldía de Rovira para el período 2012-2015, supuestamente incurrió en el delito de corrupción al sufragante al solicitarle al propietario de una droguería en esa ciudad, su colaboración —como el entonces aspirante la denominó—, para proporcionarle medicamentos a sus pacientes y a cambio estos le dieran su voto.
Las medicinas estaban avaluadas en una suma cercana a los $10.000.000 que el candidato le pagaría a dueño de la farmacia. El ejercicio sería que cada vez que él los atendiera en el segundo piso de su sede de campaña, con una especie de vale, fueran hasta la droguería para reclamar la medicina recetada por el médico y candidato.
Es de recordar que, Guerra Quintero también está imputado por los delitos de peculado por apropiación, contrato sin cumplimiento de los requisitos legales, interés indebido en la celebración de contratos, cuatro falsedades ideológicas en documento público y una falsedad material en documento público agravado por el uso.
