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Los comerciantes de la calle 60 piden reubicar a vendedores informales

Los empresarios están preocupados por el incremento de vendedores que pernoctan en diferentes puntos desde la carrera Quinta hasta la avenida Ambalá, además de las personas en condición de indigencia.
Ibagué
Autor: Redacción Ibagué
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Redacción Ibagué

Los comerciantes formales y presidentes de juntas de acción comunal de los barrios aledaños a la calle 60, denominada como la ‘Milla de oro’ solicitarán a la Alcaldía de Ibagué la reubicación de los vendedores informales en este sector. Alrededor de 29 personas ejercen la actividad del ‘rebusque’ que amenaza con incrementarse en esta temporada de fin de año.

La gerente del centro comercial Acqua, Pahola Liliana Franco Lemus, indicó que desde abril a la fecha cerca de 18 nuevos vendedores ambulantes arribaron al sector para ejercer la venta informal.  “Yo empecé a trabajar acá el 15 de marzo, cuando llegué eran alrededor de 10 a 11 vendedores ambulantes estacionarios.

Hoy en día vamos en 29, estamos hablando que en menos de ocho meses hubo un aumento de más del 50 % de los vendedores informales. Con la temporada de diciembre esa informalidad se incrementa, ya no son solo los ‘conocidos’ por decirlo así, sino que se multiplican en número”, mencionó la directiva.

El propósito de los empresarios es que la Alcaldía de Ibagué inicie un programa de reubicación de esta población, al igual que lo ha hecho con los vendedores del centro. La Administración Municipal suscribió en 2016 el pacto de la convivencia en el espacio público, que pretendía ordenar la venta informal en las calles del centro. El pacto reglamentaba el área que debía ocupar cada vendedor, la publicidad, las actividades que quedaban prohibidas, entre otras.

Sin embargo, el plan fracasó porque a pesar de que se hicieron mesas de diálogo y concertación entre el Municipio y los vendedores, los controles por parte de las autoridades han disminuido drásticamente.

“Al principio del Gobierno se trabajó en el tema con la Administración, llegando a acuerdos con la comunidad de vendedores. Se firmó el pacto por la convivencia en el espacio público, en diciembre de 2016, ese pacto fue producto de la realización de 10 mesas de trabajo con los representantes de los vendedores informales; posteriormente se hicieron varios operativos de control para el respeto del pacto, pero con el pasar de los meses el pacto quedó ahí, no se cumple y se ha observado que el número de operativos ha disminuido”, cuestionó el personero municipal Camilo Ernesto Ossa.

Mendicidad desbordada

La gerente de Acqua, Pahola Liliana Franco, expuso que también preocupa la percepción de inseguridad, lo que podría reprimir la actividad comercial. De acuerdo con un estudio realizado por el Centro de Estudios sobre Desarrollo Económico de la Universidad de los Andes y patrocinado por la Cámara de Comercio de Bogotá en 2005, la presencia desorganizada de las ventas callejeras irradia: congestión, problemas de movilidad, desorden y la creación de un ambiente propicio para situaciones de inseguridad urbana.

“El impacto siempre es grande no solo en la parte económica, sino en seguridad porque al lado del vendedor ambulante está el raponero, el que pide y hay un tema que se nos está volviendo crónico que es el de la mendicidad. En este tema tenemos tres individuos detectados que, en nuestro caso utilizan la pileta para bañarse, botan la basura, han agredido a clientes y son casos crónicos que queremos que la Alcaldía y Espacio Público entren a mediar y a organizar este tipo de situaciones”, sostuvo.

Los empresarios del sector no han entablado diálogo directo con la Alcaldía de Ibagué, sino a través de Fenalco que agrupa a los comerciantes del Tolima. Los operativos para el control de los vendedores ambulantes los están llevando a cabo efectivos de la Policía Metropolitana de Ibagué.

De acuerdo con Franco, si la Administración municipal no aborda y revisa la situación de las ventas callejeras, en diciembre va a ser más penosa la situación. “La Milla de oro se está volviendo peligrosa en el sentido de la indigencia y está saturada en el tema de los vendedores ambulantes”, concluye la empresaria.

Algunas personas podrían pensar que el uso del espacio público es una forma de incrementar la oferta de empleo, pero hay otras que consideran que las ventas callejeras traen una pérdida de bienestar y calidad de vida por la congestión y el desorden, entre otros factores.

Habla el Director de Espacio Público

Carlos Hoyos Melo, informó que los operativos de control se hacen constantemente, pero que no se pueden realizar todos los días, pues deben ser coordinados con la Policía.

Además, señaló que para esta temporada se llevará a cabo una reorganización de los vendedores informales en toda la ciudad que pronto se estará informando.

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