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La ortopedista que transforma la vida de niños con pie equino en el Tolima

El pie equino varo es una patología congénita que está en aumento en el país, por eso ya es considerado un tema de salud pública.
Ibagué
Autor: Redacción Región
Autor:
Redacción Región
La ortopedista que transforma la vida de niños con pie equino en el Tolima

Anualmente en Colombia se están diagnosticando entre 850 y 1.000 niños con pie equino varo. En el mundo cada tres minutos nace un niño con dicha patología, por lo que se considera un tema de salud pública.

En el Tolima los casos son frecuentes, por ello, desde el 2021 entró en funcionamiento la Clínica Ponseti en el Hospital Federico Lleras Acosta, un espacio en el que se le brinda a los menores la posibilidad de tener una mejor calidad de vida.

María del Pilar Quesada Aguilar, es la líder de la Clínica y la coordinadora del servicio de ortopedia y traumatología del Hospital, ella explicó que cada semana atiende a los niños que tienen dicha deformación congénita.  

“Tratamos a todos los niños con pie equino varo, independiente de la edad, no tenemos un límite. Comenzamos desde que tienen tres semanas de vida y también lo llegamos hacer hasta en adultos”, explicó la ortopedista.

Agregó, que no se tiene limitantes si es “un pie equino varo puro o si está relacionado con patologías neurológicas o con síndromes, todos son tratados con el método Ponseti”, agregó. 

De la misma forma, comentó que el método Ponseti es el tratamiento elegido a nivel mundial para tratar el pie equino, ya que logra hasta un 98 % de buenos resultados.

¿Cómo es el tratamiento?

Consiste en manipulaciones articulares, inicialmente se hace un corte mínimo en el tendón para corregir la deformidad, seguidamente se le pone al paciente un yeso alto que va hasta por encima de la rodilla y debe cambiarse cada semana.  

Pasados 21 días, se retira el yeso y se ordena el uso permanente de férulas Ponseti hasta los cinco años de edad.

“Cuando hablamos del método Ponseti no solamente es hacer yesos como muchas veces se tiene la idea, sino que es un conjunto de cosas: la manipulación, la tenotomía, el uso de las ortesis. Estamos muy pendientes de la educación de padres de familias y acudientes de los niños”, contó la coordinadora.

Brindar calidad de vida

En la Clínica Ponseti son varias las historias que se han conocido.

Están aquellas que sirven de ejemplo, porque narran la lucha de los padres para lograr que sus hijos logren tener una buena calidad de vida y las tristes, que muestran el abandono al que son sometidos los bebés por parte de sus progenitores, al ver que tienen una deformidad en los pies. 

“Es muy satisfactorio el tratamiento que hacemos acá, los niños son nuestra prioridad y siempre estamos pensando en que tengan calidad de vida. Y finalmente, el objetivo de lo que nosotros hacemos es que los niños sean funcionales, que tengan pies que estén apoyados en el piso, que no caminen en puntas y que sean pies que no sean dolorosos”, precisó la ortopedista.

La doctora María del Pilar enfatizó en que se debe dejar a un lado los perjuicios, pues los niños son normales “y lo único que hacemos es enderezarles los piecitos”.

Tras terminar el tratamiento, los pacientes “son completamente funcionales, caminan normal, hacen lo mismo de cualquier niño, son pies que no duelen, saltan, corren y juegan. Tenemos niños que han sido deportistas de alto rendimiento”, expresó.

Aliados

Aparte del conocimiento científico, la voluntad de los médicos y la disposición de los padres, el funcionamiento de las Cínicas Ponseti (16 en el país) depende de la institucionalidad. 

Asimismo, de aliados, que para este caso, es la Sociedad Colombiana de Ortopedia Infantil y el Club Rotario, dichas organizaciones aportan las férulas ortesis que son entregadas a los pacientes sin costo, la única condición es que las devuelvan en buenas condiciones para reutilizarlas.

“Acá siempre las puertas están abiertas, no tenemos límite, si tienen o no EPS, acá hemos tratado pacientes de forma gratuita, les ayudamos con el auxilio de transporte a través de Mipres, es un trabajo con los padres, si ponen de su parte nosotros los ayudamos como más podemos”, concluyó.

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