Hurtado duplicó la inversión del Festival Folclórico pero algunos gastos son innecesarios o contraproducentes

La edición 49 del Festival Folclórico Colombiano, a pesar de que será una de las celebraciones más costosas para Ibagué, pues  la inversión destinada para su realización se terminó duplicado en comparación con el 2019, está llena de gastos  innecesarios o contraproducentes.

Con respecto a la última versión organizada por Guillermo Alfonso Jaramillo, la cual le costó al municipio unos $2.605 millones, los recursos que se terminarán ejecutando en el último festival de Hurtado fueron considerablemente aumentados, pues entre carpas, cantantes, comida y otros, se irán unos $5.439 millones.

“Podrán decir que exagero, pero estoy convencido de que nuestras emblemáticas fiestas, pueden llegar a tener la misma trascendencia internacional de un ‘Carnaval en Río’ o un ‘Festival de Colores’ (HOLI) en India”, presumió Hurtado en su editorial dominical.

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— El lfato (@Elolfato) June 20, 2023

Para Camilo Ossa, expersonero y aspirante a la Alcaldía, el problema radica en que estos $5.439 millones, producto de la falta de proyección cultural de la ciudad, en realidad no generarán un impacto o crecimiento en el turismo internacional y, en algunos casos, nacional.

“Los eventos culturales deben estar pensados no solo para un mes del año, sino como un gran componente que ofrezca oferta para los visitantes y locales en la totalidad del año. Ese es el punto”, mencionó Ossa.

Y añadió: “claramente lo que hay es un gasto con miras a cumplir con una actividad tradicional, sin prestar cuidado a un elemento importante que es la permanencia de la cultura. Los lanzamientos fuera de la ciudad, en realidad no generan un impacto en la economía ibaguereña. Primero hay que preparar la casa antes de apostarle a otros países”.

Por su parte, personas como Rubén Darío Correa, exconcejal de Ibagué, criticaron que la Administración Municipal, teniendo la capacidad de ser austera en algunos de los rubros, prefieran no hacerlo. 

Es el caso de los millones que se irán en la instalación de carpas, tarimas y montajes para las coronaciones en el Parque Murillo, cuando, en su lugar, se pudo recurrir a la Concha Acústica, en caso de que esta hubiera recibido un oportuno mantenimiento.

“Además, el problema no es el monto, sino el enfoque de la inversión. Hurtado prefirió el despilfarro: primero, el turismo injustificado a New York y el robo de $198 millones por un vídeo de 15 minutos sin sonido en Times Square. Y segundo, $511 millones en una fiesta con borrachera de concejales a bordo, de un solo día, en una discoteca de Medellín”, señaló el exconcejal.

Otros como el diputado Marco Hincapié, en su lugar, sí cuestionaron directamente que aumente de esa forma el presupuesto del festival, mientras se deja a un lado aspectos como el patrimonio, las expresiones artísticas y los procesos de formación. (Ver más: Bienes culturales de Ibagué condenados a la desaparición)

“Es inconcebible que esa sea la prioridad de un municipio que tiene otras necesidades en el sector cultural que son más urgentes. Por ejemplo, hablemos del hambre que están aguantando nuestros artistas, o del abandono de las bibliotecas públicas y de la Concha Acústica”, sostuvo.

Según algunos sectores artísticos y culturales, esa mayor partida presupuestaria no se ha visto reflejada en mejores condiciones de participación, sino que, por el contrario, algunos denuncian que el pago fue reducido, en comparación a años anteriores. (Ver más: Artistas locales denuncian que les desmejoraron condiciones para participar en el Festival Folclórico)

“Lastimosamente, aunque había una línea ascendente en lo que respecta a pagos, la situación cambió. Lo que preocupa porque ahora estamos en un año donde la inflación y los costos de vida han subido, por lo que al final terminamos participando es por amor al arte”, mencionó uno de los participantes de la edición 49 del Festival Folclórico.            

Y agregó: “a veces resulta que no hay suficiente claridad en este tipo de eventos sobre hacia dónde va la plata, ya sea para cultura, negocio, alimentación o viajes; así las cosas, se termina sacando lo que es de los artistas para otros rubros”.