En crisis negocios de la 60 por obras del puente elevado

Varios propietarios y dueños de negocios están pasando una crisis económica debido a la obra del puente elevado de la carrera Quinta con calle 60 de Ibagué.

Los comerciantes aseguraron que las ventas se han reducido en casi un 50% desde que restringieron la movilidad, amontonaron materiales e iniciaron la reposición de redes.

“Los clientes han dejado de venir por todos esos huecos (...) Era muy difícil que las personas pasaran por tablas y que no hubiera donde parquear los carros”, denunció Herrera Rubio, dueña del restaurante ‘Mamina’.

En el sector hay varios restaurantes, asaderos, droguerías y panaderías que están en crisis.

EL OLFATO estuvo en el sector y habló con los propietarios, quienes expusieron que, como mínimo, han tenido que despedir a uno o dos trabajadores.

Según muchos de ellos, la alternativa a dicha decisión era quedarse sin los recursos para pagar los infaltables gastos y, por lo tanto, tener que cerrar.

“De pronto uno se pueda sostener, pero sin ganancias. [Sin embargo] ese no es el propósito, pues se tiene un negocio es para generar beneficios y no tener que andar con lo estrictamente necesario. Más aún cuando hay deudas y compromisos”, agregó Herrera.

Algunos dijeron sentir temor a que la crisis se termine agudizando cuando inicie formalmente la construcción del puente elevado, puesto que ello implicaría más polvo, ruido, trancones y restricciones en la movilidad.

En dichas condiciones, la supervivencia del tejido empresarial consiste en la capacidad de cada negocio en ‘aguantar’. Lo que es difícil cuando la obra solamente lleva un 5% y no hay certeza de su fecha de entrega. (Ver más: Los secretos de la parálisis de la obra de la calle 60)

 “Nadie se está oponiendo a que hagan ese puente, pero el alcalde había jurado mil veces que lo inauguraría en diciembre, pero de qué año. Así pues, el pueblo queda con los revolcaderos”, sostuvo Cesar Vasco, habitante y comerciante de la zona.

Este impacto se ve reflejado en una reciente encuesta realizada por la Cámara de Comercio que arrojó que el 52,42% de los negocios se vieron afectados en sus actividades económicas.

Lo que no sorprende, pues desde un comienzo fueron los propietarios los que hicieron reparos al proyecto, debido a una improvisación de la que hoy tienen que pagar las consecuencias.