Comunidad aledaña al relleno La Miel pide su cierre definitivo

Las comunidades que residen en el área aledaña al relleno sanitario La Miel están a la espera de que en las próximas semanas se defina el futuro de este vertedero de basura. 

Tanto los habitantes de la zona como la Procuraduría Ambiental y Agraria del Tolima instauraron recursos de reposición en contra de la modificación de la licencia ambiental que autorizó Cortolima a finales de enero. (Ver más: Cortolima autorizó la construcción de nuevas celdas en el relleno La Miel)

La decisión de Cortolima fue establecida a través de la resolución 131 del 26 de enero de 2024 y precisa que la medida permitirá la construcción de dos nuevas celdas para la disposición de los desechos. 

Asimismo, se hace referencia a mantener una disposición final hasta que se cumpla la vida útil del sitio e incluye los permisos de vertimientos de aguas residuales tratadas provenientes del interior del relleno sobre la quebrada Guacarí.

Esta decisión se adoptó previamente al vencimiento de la licencia ambiental -el próximo 26 de marzo-, que permitió la operación del relleno sanitario desde el 2004.

Los habitantes argumentan que permitir la continuidad de este lugar significa seguir perjudicando a más de 300 familias que están ubicadas en el área de impacto directo. 

Érika Toscano, líder y abogada de las comunidades de La Miel, explicó que uno de los reclamos es que la empresa Interaseo, solicitante del permiso, no ha hecho el estudio de impacto ambiental. 

“No lograron hacerla porque la comunidad no los quiso recibir, ellos (Interaseo) simplemente lo ven como un requisito, no lo ven como el deber ser que tiene que cumplir la empresa vecina de la comunidad, por eso no hemos podido llegar a ningún acuerdo o conciliación con ellos sobre este tema”, dijo Toscano.

La abogada indicó que desde el 2023 vienen haciendo reclamaciones, exponiendo las inconformidades y entregando evidencias a Cortolima.

Sin embargo, no los han tenido en cuenta. "Eso es lo que nos tiene indignados porque la Corporación se está poniendo una venda para poder dar la continuidad al relleno, pero no está aceptando la realidad de que tiene un mal funcionamiento y eso nos está afectando”.  

Igualmente, comentó que las cerca de 300 familias que están más cerca al relleno argumentan tener enfermedades respiratorias y en la piel. 

Otro de los reclamos de la comunidad es que además de recepcionar los residuos de Ibagué, también reciben los de 15 municipios más, motivo por el cual la propuesta es que se dé un tiempo prudente para que trasladen la disposición de basuras hacia otra zona. 

¿Y el acuífero de Ibagué?

Toscano dijo que otro tema en que se perjudican es por el agua. “Muchas de las personas que habitan en La Miel se abastecen del acuífero de Ibagué, que estaría debajo del relleno sanitario y no sabemos si los lixiviados lo están contaminando”, comentó Toscano.

Para tener claridad de la ubicación se le está solicitando a la autoridad ambiental entregar información sobre ello. 

“Lo que estamos alegando ahora, es que es más importante la vida, los derechos fundamentales o un botadero de basuras y la contaminación del acuífero más importante de Ibagué”, precisó la abogada.

Por su parte, el concejal de Ibagué, Andrés Zambrano, indicó que es preocupante que el acuífero se termine contaminando por el relleno La Miel.

Asimismo, resaltó que con la construcción de las dos nuevas celdas para la disposición de residuos que autorizó Cortolima se va a contaminar la quebrada Guacarí “y esta es la que justamente conduce hacia el acuífero”. 

Además, señaló que según el Plan de Desarrollo del Gobierno Nacional establece que no se pueden instalar rellenos sanitarios en lugares en los que haya acuíferos.