La soledad no deseada, la cara oculta detrás de la mortalidad por cáncer

En un estudio adelantado en el Instituto Nacional de Cancerología (INC) entre 2019 y 2023 se observó que los pacientes con niveles más altos de soledad experimentan una disminución más rápida en su esperanza de vida. 

Factores como bajo nivel educativo, bajos ingresos económicos, falta de empleo estable, y diagnóstico de cáncer de próstata y leucemia, contribuyen a una vivencia de “soledad no deseada” (SND).

Las cifras subrayan la necesidad apremiante de establecer un sistema de salud que agilice los procesos administrativos y les ofrezca un acompañamiento integral a estos pacientes.

El cáncer se ha convertido en una enfermedad que genera preocupación en el mundo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé un aumento del 40%, y lo más alarmante es que el 70% de esos casos se concentrarán en países de bajos y medianos ingresos, incluyendo a Colombia.

Y las cifras lo confirman. Según el Observatorio Global de Cáncer (Globocan), en 2020 Colombia registró 113.221 nuevos casos de cáncer y 54.987 fallecimientos.

La situación es particularmente inquietante para las mujeres, ya que representaron 60.400 de los nuevos casos y 28.100 de las muertes durante ese mismo año.

Sin embargo, las cifras no reflejan que detrás de cada caso hay una experiencia única de SND.

Adriana Valdelamar, candidata a Doctora en Salud Pública de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), encontró una conexión entre la SND y la mortalidad en pacientes con cáncer.

La investigadora tomó una muestra de 400 pacientes del INC, en donde adelantó un estudio de cohorte prospectiva, un tipo de investigación observacional en la que se hace seguimiento a un grupo de personas a lo largo de un periodo de tiempo determinado.

Encontró que la incidencia de mortalidad es tres veces mayor en pacientes con niveles moderados a altos de SND frente a los que tienen niveles bajos de SND.

“Existen estudios en pacientes con cáncer que sugieren que la soledad no deseada se puede relacionar con mayor riesgo de morir, ya que esta puede afectar la respuesta al tratamiento, debilitar el sistema inmunológico, generar alteraciones emocionales y promover conductas perjudiciales para el cuidado de la salud como el aislamiento social”, señala la investigadora.

Su estudio también revela que factores como el sexo masculino, la falta de actividad laboral, residir fuera de Bogotá y recibir diagnósticos de cáncer de próstata o leucemia aumentan los niveles de SND.

Por el contrario, los niveles de soledad disminuyen con niveles educativos más altos, estado civil casado y una mayor funcionalidad.

La investigadora explica que la SND se manifiesta como la percepción subjetiva de la carencia de relaciones sociales significativas y ha demostrado ser un factor de riesgo para condiciones como depresión, ansiedad o estrés.

 “Para los pacientes con cáncer, esta carga emocional puede agravarse debido a la pérdida de relaciones sociales ocasionada por la enfermedad, el estigma asociado con esta y las posibles limitaciones en las actividades diarias”, señala.

Según ella, muchos pacientes expresan temor al recibir el diagnóstico, especialmente al enfrentarse a sus familiares, ya que aún persiste la idea equivocada de que el cáncer es una enfermedad contagiosa. 

“Para ellos es un proceso solitario, incluso cuando tienen familia, ya que muchas veces no son de Bogotá y les resulta difícil desde su llegada al INC hasta los trámites administrativos”.

“La compañía realmente marca la diferencia. Un paciente que ha enfrentado el cáncer de próstata durante los últimos 11 años asegura que no estaría en el lugar que está hoy si no fuera por su esposa, pues después de más de 40 años de matrimonio ella continúa a su lado, tanto en la salud como en la enfermedad”, explicó la experta.

* Con información de la Universidad Nacional de Colombia