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Poesía hecha música: el legado musical de Oscar Agudelo

El tolimense falleció el 16 de diciembre, pero su legado musical nunca dejará la cama vacía.
Ibagué
Autor: Paula Sofía Núñez Beltrán
Autor:
Paula Sofía Núñez Beltrán
Poesía hecha música: el gran legado de Oscar Agudelo

Así como aquel amigo que menciona en su canción más popular, Óscar Agudelo dejó la cama vacía el sábado 16 de diciembre, después de pasar días llenos de alegría en compañía de su familia.

Sin embargo, su partida no se lleva con él, aquel legado que su música dejó en los miles de corazones de sus oyentes, quienes lo recuerdan: "aunque aún soy joven, tu música me eriza siempre. Buen viaje, Óscar Agudelo". 

"Se nos fue uno de los grandes artistas e inolvidables y solo quedará en nuestra memoria y alma sus bellas canciones", resaltó un usuario de redes sociales. 

Una vida 

Nació en Herveo, 'un municipio ubicado en una esquina del departamento del Tolima', como describió en una de sus últimas entrevistas con el periódico El Tiempo.

"Herveo no figura en el mapa, pero es un pueblito muy bonito y alegre", comentó Óscar a Ricardo Rondón, periodista cultural. 

A los ocho años, el intérprete dejó el municipio y vivió en otros lugares del departamento.  Hasta que a los 13, en Padua, Tolima, aprendió su primer oficio: la sastrería. 

A raíz de que el cura del pueblo le dijo a su mamá que no servía para nada y que era un gamín, Óscar siguió los pasos de su padre y aprendió sobre sastrería. Esto lo llevó a convertirse en un pantalonero marca mayor a los 13 años. 

"El Padre Rubiano, mi maestro de sastrería, me consiguió trabajo en El Fresno, en una fábrica de confecciones. Al poco tiempo de estar en esa empresa me dio por cantar ‘Hojas de calendario’ y cuando me escucharon, pararon las máquinas", aseguró.

"Yo tenía apenas catorce años. A partir de ahí seguí cantando y cosiendo, hasta cuando me hice popular en Radio Girardot, en un programa que se llamaba ‘Nuevas estrellas de la canción’, de don Celestino", agregó.

Aquel suceso marcó el inicio de una carrera musical que acompañaría las tristezas, despecho, amor y alegría de miles de personas, a través de la música tropical, salsa, boleros y tango. 

Un importante legado musical 

Con 36 discos de larga duración, Agudelo acompañó la vida de miles de personas, especialmente con su icónica canción: la cama vacía.

Hace más de 60 años, el compositor argentino Carlos Espaventa le dio la emotiva canción a Oscar, para que la interpretara.

"David Ocampo, el jefe de producción de la disquera, me la tenía preparada: ‘Óscar -me dijo-, tengo una cosita aquí para que usted escuche. Me la trajeron de Argentina. Esto es de Carlos Espaventa y él mismo la cantó y no hay más copias. Esto es para usted, para su voz, cántela a su estilo", contó. 

"Yo estaba grabando con Ibarra y Medina, nada menos. Ellos la oyeron, afinaron guitarras y la montamos. Desde que salió fue un tiro", añadió.

Sus últimos días

A los 91 años, Óscar Agudelo murió en su casa de Bogotá, tras sufrir un deterioro a causa del párkinson y el alzhéimer. Sin embargo, su muerte se aplazó porque en sus últimos años vivió una vida saludable. 

"Antes le temía a una escasez de aguardiente y de mujeres. Cuando me di cuenta, las mujeres y el aguardiente estaban acabando conmigo. Pero sí le temo a una de esas enfermedades innombrables, crueles y prolongadas. Por eso soy cuidadoso con mi salud", explicó al periódico El Tiempo. 

Aquel cuidado lo hizo llegar a su más de novena años y como comentó su esposa, Edith Torres, a Noticias Caracol, "Murió feliz. Siempre soñó con morir en una tarima, pero murió en una cama vacía”.

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