Vladímir Espinoza, el docente de educación física que jugó para Millonarios
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Un partido de fútbol dura 90 minutos, pero todo lo que rodea el deporte sobrepasa este tiempo. Porque para poder practicarlo se necesita de entrenamiento, capacidad física, buena alimentación, y en especial, un buen entrenador, como Vladimir Espinoza.
Un hombre que le ha dedicado la mayoría de su vida al fútbol y la mitad de ella a enseñar sobre este.
Vladimir jugó durante su juventud en el Deportes Tolima y en Millonarios Fútbol Club. Después, terminó dedicándose a la docencia, ejercicio en el que lleva más de 20 años y ha trabajado en instituciones como: la Universidad del Tolima, el SENA y la Universidad de Ibagué.
"Me apasiona ser docente, porque me gusta entrar en el aula y compartir y más en el área del fútbol. De hecho, este es un trabajo que no considero trabajo. Venir a clases de fútbol es el escenario soñado", comentó el docente.
Primeros pasos
Vladímir nació en el municipio de Rovira. Al tener padres docentes, su sueño de niño era ser profesor de educación física. Sin embargo, al encontrar su pasión por el fútbol, ser un deportista profesional se convirtió en su objetivo.
"Después de llegar a Ibagué y ser parte de la Selección Tolima Infantil y Pre juvenil, la prioridad ya no era ir a la universidad. Era mi plan B, porque en esos momentos alimenté con más fuerza mi sueño de ser futbolista profesional", recordó.
A raíz de que sus padres eran docentes, vio viable estudiar en una universidad pública. Por tanto, para continuar con su carrera profesional decidió estudiar en las noches administración de empresas en la Universidad del Tolima, porque aún no existía la Licenciatura de Educación Física.
"Cuando estaba en tercer semestre tuve la oportunidad de irme a Bogotá para jugar con Millonarios y cumplí mi sueño. Como debía seguir estudiando entré a la ESAD", contó.
Al volver a Ibagué fue campeón en la Primera C con un equipo creado por Cooperamos y también logró jugar en el Deportes Tolima.
Después de cumplir sus sueños como futbolista profesional, se graduó en el 2001 de administración de empresas y se retiró del fútbol.
De la cancha al salón de clases
"Me encontré la posibilidad de estudiar un diplomado de docencia universitaria. Este me llevó a dictar administración financiera los sábados en la tarde", recordó.
Aunque, primero fue docente en su área de estudio, la vida se las arregló para siempre guiarlo en el camino del fútbol.
Al iniciar a jugar en el equipo de profesores, el destino y la decisión de sus compañeros lo llevó a tomar el cargo de entrenador del equipo y a partir de ello, comenzó a entrenar otros equipos hasta convertirse en entrenador de la entidad y años después trabajó en el Sena.
"Hoy en día, con los chicos que dirijo en la Universidad de Ibagué, busco formarlos a través del deporte, es decir, valernos del fútbol para seguir teniendo escenarios de aprendizaje", aseguró.
Vladímir ha logrado, en el transcurso de su carrera como docente, impactar la vida de decenas de jóvenes, no solo por su conocimiento en el deporte sino cómo vincula el fútbol para enseñar sobre otras áreas de la vida.
Como comentó uno de sus estudiantes en la Universidad de Ibagué, "el profesor me ha dejado buenas enseñanzas: la amabilidad, el trabajo en equipo, la honestidad y más que todo trabajar duro para conseguir las cosas".
