Inversión en el acueducto de Armero - Guayabal podría convertirse en un elefante blanco
El gerente de la Empresa de Servicios Públicos de Armero - Guayabal (ESPAG), Harrison Acosta, advirtió que la entidad no asumirá los errores en la ejecución de la obra para la optimización de acueducto, el cual fue ejecutado por el consorcio Acueducto TMS.
La Empresa de Acueducto y Alcantarillado del Tolima (EDAT) adjudicó el proceso en 2018, por un valor de $10.225 millones. Del consorcio hacen parte Miguel Camilo Castillo Baute, Separco, inversiones y Construcciones S.A.S y Técnicas y Construcciones Civiles.
"La empresa no puede asumir los errores que se cometan en un proceso contractual, generado por la empresa Departamental de Aguas, un consorcio y una interventoría que no estuvieron al tanto de que las cosas se hicieran como deberían haberse hecho. Estamos avizorando un posible elefante blanco en el municipio de Armero - Guayabal", advirtió el directivo.
Según Acosta, la obra presenta múltiples problemas y ni el contratista ni la EDAT dan respuesta a los oficios enviados tanto por la ESPAG como a los de la veeduría.
Entre las inconsistencias estarían la reducción del diámetro de la tubería que conecta a la bocatoma con la planta de tratamiento y que obliga a tratar menos litros por segundo; daños en los micromedidores instalados por el contratista, filtraciones en el cuarto de máquinas, presurización, entre otros.
"En la zona de la bocatoma, ellos instalaron una tubería que contractualmente dicen que es de aproximadamente 10 pulgadas, pero al medirse el diámetro al interior de la tubería es de aproximadamente 8.5 pulgadas eso nos pone en alerta porque no estaría cumpliendo con los diámetros de la red de conducción", explicó.
Y agregó: "Además, en la PTAP también se han hecho unas observaciones porque los contratistas hicieron unas modificaciones hidráulicas a la planta. Antes de que se hiciera la intervención, se podía tratar hasta 65 litros por segundo, en la actualidad no se puede hacer porque empieza a operar mal, y nos obliga a que la planta tenga que trabajar con un caudal menor".
Habrá que racionar el agua
El Gerente de la ESPAG, señaló que con la nueva red de conducción solo se tratan 48 litros por segundo lo que tendrá un impacto negativo en la prestación del servicio.
"El argumento del consorcio es que la concesión dada estaba para 45 litros por segundo y con base en eso se plantearon los diseños. Eso es un tema que pone en alerta al prestador del servicio porque entonces tendríamos que utilizar la antigua y la nueva red. Uno esperaría que la nueva red quedará como alternativa, pero no trabajar con las dos redes para poder suplir la necesidad del servicio", indicó.
Sentenció, además, que como ya está construido no va haber reversa sobre ese aspecto y eso llevará a un fuerte programa de racionalización del servicio.
Sin sectores hidráulicos
De acuerdo con el gerente de la ESPAG, uno de los objetivos del contrato era que la empresa operara el sistema por distritos hidráulicos y se plantearon la creación de 14. Sin embargo, no funcionan y cuando se necesita hacer una reparación se debe suspender el servicio en toda la ciudad.
"Lo que se pretendía con este proyecto era subsanar esa falla y que pudiéramos hacer una reparación sin necesidad de afectar a toda la comunidad de Armero - Guayabal. Esto es, digamos, las observaciones que he dado a conocer y esta misma opinión la comparten las veedurías ciudadanas, la gente está muy inconforme con este proyecto", indicó Acosta.
No hay razón de los micromedidores
De acuerdo con el contrato, el consorcio TMS debía instalar 1.100 contadores. La empresa solo reporta en su catastro 450 medidores y algunos ya están averiados.
"Se le ha escrito al consorcio y a la EDAT y no ha sido posible que suministren esta información que es vital para la empresa porque cuando se vaya a hacer la presunta entrega de esta infraestructura, nosotros como prestadores del servicio, debemos saber quién va a responder por la estabilidad durante los tres años siguientes, que como empresa se deben dar como garantía", dijo Harrison Acosta.
Esa información debe ser reportada ante la Superservicios al igual que el tipo de tubería instalada, los diámetros y los protocolos para su operación, pero según Acosta, todo está en el limbo.
"La trampa para detección de fugas de cloro tampoco está funcionando. Son equipos que no llevan más de mes y medio operando. Y algunos medidores que fueron instalados por el consorcio ya están presentando daño. Ahí es donde viene la pregunta ¿quién va a responder por el mantenimiento y reposición de esos micromedidores?", cuestionó.
Contratista no hace presencia
Según Harrison Acosta, el contratista ya no hace presencia en el Municipio. Solo queda el ingeniero residente.
"Ellos no debían haber salido hasta que se hubiera entregado en su totalidad y en funcionamiento la infraestructura. Prácticamente, ya no hay nada, ellos ya se fueron y hacen lo de Pilatos, se lavan las manos. En el evento que haya un colapso en esa infraestructura vamos nosotros a subsanar algo que no deberíamos hacer", puntualizó.
El arquitecto, especialista en planificación urbana y veedor del proyecto, Orlando Sepulveda, denuncia que en el cuarto de máquinas hay humedades y filtraciones, tanto en paredes como en pisos, el macromedidor no mide el ingreso real del agua y se frena constantemente, y el de salida no totaliza el caudal acumulado en unidad de tiempo.
El profesional mencionó que hay un total descontento por la comunidad ante el contratista, que no da respuesta ni solución a las denuncias.
"La actitud del contratista ha sido indiferente, ha sido hermética, arrogante y sobre todo con la Veeduría Comunal Ciudadana y Auditoría Visible. Nos han ignorado por completo, no hemos recibido información para ejercer nuestra función como veedores", concluyó.
"Es un problema de resistencia", Gerente de EDAT
El gerente de la EDAT, José Dayler Lasso, indicó que la obra culminó en julio de este año y fue entregada en presencia del Alcalde de Armero - Guayabal.
Según el directivo, hay unas observaciones que están siendo subsanadas como en el caso del macro medidor que se descalibró debido a un aumento del voltaje.
Con respecto a los micromedidores, estos fueron instalados y se cuenta con las actas de entrega. Y finalmente, frente a los distritos hidráulicos, el directivo advierte que no se tocaron las redes existentes y solo se repotenció el sistema.
"Hay un problema de resistencia del Gerente en recibir las obras", comentó.
El contrato fue suspendido en dos oportunidades y ampliado cuatro veces. La obra no fue objeto de adición.