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El contratista de Orozco y Hurtado también incumplió en Rioblanco

La construcción del nuevo hospital está a cargo del cuestionado ingeniero Olaguer Agudelo Prieto, conocido por los marcados retrasos en la ejecución de las obras que tiene a cargo.
Región
Autor: Redacción Región
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El contratista de Orozco y Hurtado también incumplió en Rioblanco
Foto: Suministrada

Los constantes incumplimientos y retrasos en los proyectos que se le adjudicaron a Olaguer Agudelo Prieto -el mismo del puente elevado de la calle 60- se trasladaron a Rioblanco.

El 13 de enero se cumplieron tres meses de estar detenida la construcción del nuevo hospital María Inmaculada.

Aunque algunas personas auguraban que esto iba a suceder, desde el gobierno del exmandatario Ricardo Orozco Valero se defendió al polémico contratista bajo el principio de la buena fe. Ver: (¿El contratista Olaguer Agudelo se reunió en secreto con el gobernador Orozco?)

¿Abandono de la obra?

En la actualidad los habitantes de Rioblanco ven con preocupación que las instalaciones del hospital María Inmaculada se están convirtiendo en un criadero de zancudos, debido a que la promesa de contar con una nueva estructura sigue ‘embolatada’.

Asimismo, recordaron que hace cuatro meses diferentes personalidades de la política regional, como la representante a la Cámara Delcy Isaza, llegaron hasta la población a posar en fotografías derribando las paredes del centro asistencial, como símbolo de que el proyecto que asciende a los $10.320 millones iba a arrancar.

Sin embargo, pasado el tiempo la realidad para la comunidad de esta población es otra, pues en parte del lugar únicamente quedan escombros. 

“Tumbaron el hospital en un arrebato que no debían haberlo hecho, porque nos dejaron a nosotros en un lado y en otro. Me ha pasado que cuando vengo a una consulta me mandan a exámenes y mientras doy la vuelta (para) llegar al otro casi escombro, por la distancia, se pierde la cita. A la comunidad del campo le ha pasado lo mismo”, narró una residente que prefirió reservar su nombre. 

A lo que hace referencia la mujer, es que hay pacientes que por ejemplo deben practicarse exámenes de laboratorio, asistir a consulta externa y facturar los procedimientos, esto significa caminar una distancia significativa entre un punto y otro, que termina jugando en contra por cuestión de tiempo.              

En la lista de problemáticas también está el mal funcionamiento de las unidades sanitarias, pues al parecer, la mínima intervención que hizo el contratista terminó afectando la red “si a ese baño se le baja la cisterna, se devuelve el agua y es puro chuquio, estamos viviendo en un desaseo y descontrol”, agregó la usuaria. 

Y es que la comunidad no está exagerando, pues según evidencia gráfica que recibió EL OLFATO, en el terreno hay varias zanjas y huecos que terminaron empozando agua lluvia desde hace varias semanas, lo que aumentó la proliferación de los mosquitos transmisores del dengue y otro tipo de enfermedades.

De la misma forma, algunos residentes cuestionaron que a pesar de que se implementó un plan de contingencia, el espacio no es el adecuado para atender a las decenas de usuarios que llegan al hospital.

También, los profesionales de salud estarían en una especie de hacinamiento porque el salón comunal que se adaptó para continuar atendiendo pacientes es reducido. Actualmente, se cuenta con ocho médicos rurales y cinco generales.

Ante estas circunstancias, algunas personas consultadas por esta redacción, indicaron que aunque las instalaciones que se derrumbaron eran antiguas, funcionaban bien. 

Retrasos en el cronograma 

La obra está a cargo del Consorcio Hospital Rioblanco que es integrado en un cien por ciento por el cuestionado ingeniero Olaguer Agudelo Prieto, el mismo que tiene participación en la hasta ahora fallida obra del puente de la calle 60, contrato entregado en la administración de Andrés Hurtado. 

Según le comentaron algunas fuentes a EL OLFATO, el primero de septiembre empezó la demolición del centro asistencial y hubo movimiento de obreros hasta el 13 octubre de 2023.

“Se veía movimiento todos los días, entraba maquinaria, pero de un momento a otro retiraron el personal y la maquinaria, no se supo la razón”, expresaron.

Ante la falta de información formal, lo que se logró conocer extraoficialmente en noviembre, es que aunque en terreno la obra estaba frenada, en el papel el contrato no estaba suspendido, solo se estaba haciendo verificación de topografía y revisando planos por parte del Consorcio.

Situación que habría surgido porque en los diseños iniciales no se tuvo en cuenta los muros perimetrales de contención, estructura indispensable para soportar el peso de lo que será la nueva edificación.

De acuerdo con el cronograma de obras, para esta época se debía tener culminada las obras preliminares y el movimiento de tierra para dar paso al suministro e instalación de desagüe de aguas lluvias y aguas negras, pero de ello no hay nada. 

Al parecer, la falta de información no solo es con la comunidad, pues según indagación de esta redacción, hasta los administrativos del María Inmaculada tienen total desconocimiento de qué es lo que realmente está pasando con la obra que fue anunciada con ‘bombos y platillos’ por el saliente gobernador Orozco Valero. 

Asimismo, se rumora que Agudelo Prieto estaría solicitando una adición presupuestal para seguir adelante con la obra.

¿Y los entes de control? 

Ante la cadena de fallas que tiene esta obra, de la que depende la salud de los habitantes de Rioblanco y municipios aledaños, el interrogante de la ciudadanía es por qué no ha intervenido la Personería o las procuradurías Provincial y Regional, entidades a las que se ha oficiado para que indaguen en lo que está sucediendo. 

A pesar de las evidencias que hay en terreno, de las quejas de la comunidad y de la gran preocupación por el destino de los recursos públicos, la respuesta del Ministerio Público brilla por su ausencia. 

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