El arte corporal de Michael Mejía irrumpe en Netflix, las calles de New York y el mundo

Un cocodrilo sobre las piernas de una mujer; un leopardo en la espalda de una dama; un estómago que irradia luz en el cuerpo de quien le dio la vida, y caballitos de mar que se sincronizan en dos figuras masculinas, son algunas de las obras que han llevado a Michael Mejía a estar en plataformas de streaming como Netflix, HBO, National Geographic; participar en programas como el Wendy Williams, Saturday Night Live con Andy Cohen y compartir escenario con celebridades como Elon Musk y Nelly Furtado.

Michael tiene 33 años, para él su infancia fue única entre las calles de la Gran Manzana, New York, y la ciudad de la lechona, El Espinal. Solía frecuentar Colombia para disfrutar del calor familiar, los chistes y la naturaleza.

Creció en, como coloquialmente lo llama él, un matriarcado, conformado por su mamá, hermana, una tía y una profesora de arte.

Desde pequeño su talento empezó a hablar por él. Con tan solo tres años pintó una tortuga, con todos sus rasgos debidamente delinea dos, algo asombroso para un niño de esa edad. Por eso, su mamá decidió enmarcarla y guardar el recuerdo para cuando llegaran las grandes obras.

Michael dice que siempre le ha llamado la atención capturar la belleza de la naturaleza a través del arte.

Razón por la cual, tan pronto se graduó del colegio en Colombia, decidió irse a vivir a la ciudad de Filadelfia, en Estados Unidos, para estudiar Bellas Artes.

Aprendió del arte y la pintura durante cuatro años, pero también conoció la vida nocturna, la fiesta y el placer: “Yo siempre digo que el sistema está un poco equivocado porque deberían dejar que los ‘pelados’ salgan del colegio a experimentar el mundo, a vivir, a quemar esas etapas, para luego centrarse un poco”.

El arte corporal o el body art, nunca fue su deseo. Llegó por casualidad, y curiosamente, terminó quedándose en su vida. “Simplemente, cuando estaba en la universidad, tenía una amiga que se dedicaba a eso, me pidió ayuda en un proyecto, le ayudé, me regaló unas pinturas, unos materiales, y  ahí hice como tres o cuatro obras”, contó.

Específicamente, era un cocodrilo sobre las piernas de una mujer, un leopardo en su espalda y una iguana en su pecho. Decidió publicar sus fotografías en Facebook y rápidamente, la red social de los amigos, hizo lo propio y viralizó su talento.

La llamada de un productor 

Dos meses después sonó su teléfono. El interlocutor era Craig Tracey, productor y uno de los jurados del show Skin Wars (guerra de pieles), un concurso estadounidense de pintura corporal.

“Me dijo: vimos las obras que hiciste que se publicaron y se volvieron virales, nos encantaría que participaras en este concurso. Yo apliqué, entré, y ese programa me cambió la vida por completo”, expresó.

Skin Wars se transmitió por Netflix, Hulu, Game Show Network Television, Eentertainment Television y en varios canales de televisión internacionalmente, lo que lo catapultó al arte estadounidense.

“Para mí tener esa oportunidad de salir en la televisión y que la gente me conociera fue muy maravilloso. Yo quedé como semifinalista del concurso, me di a conocer, la gente me quiso mucho, se dio cuenta quién era yo como persona y fue una
experiencia muy hermosa”, manifestó.

Un capítulo para la lucha contra el cáncer de seno Durante su participación en Skin Wars, Michael se ganó 10 mil dólares en un capítulo por su pintura en el cuerpo de una mujer sobreviviente de cáncer de seno.

“Yo hice como una mujer amazona porque ellas en la mitología se quitaban uno de los senos para poder lanzar las flechas con el arco a sus enemigos. Entonces eran mujeres muy poderosas. Pinté a mi modelo así y gané, pero lo doné a un instituto de cáncer para la investigación de esta enfermedad”, contó.

Inspiración en la naturaleza

Soltar el ego y apreciar la naturaleza y su majestuosidad en las nubes, las plumas de un pájaro y el movimiento en las alas de un colibrí lo ha podido obtener a partir de la ingesta de plantas medicinales, las cuales han abierto portales cerrados en la vida de Michael y le han mostrado el mundo en su desnudez.

Su mamá, su mejor modelo

Nadie pensaría que una mujer de 65 años se desnudaría frente a
todo New York para participar del Bodypainting Day. Pero, la mamá de Michael, Amparo Peña, lo hizo. Él estaba listo para formar parte de los 300 artistas que pintarían a sus modelos, para que posteriormente se subieran a un bus de tres pisos y se tomarán fotos en lugares icónicos de New York.

“Ese día mi modelo no llegó y resulta que mi mamá me llamó y me dijo que si podía ir a visitarme porque habían diagnosticado a un tío, que ya falleció, con cáncer en el estómago. Mi mamá quería ir para tener apoyo emocional. Y cuando llegó a verme resulta que mi modelo nada que llegaba y se estaba demorando. Miré a mi mamá y le dije: mami, quieres modelar. Y mi mamá me dice: Michael y eso cómo es. No, nada, te toca en la ‘bola’”, dijo.

Acto seguido, la mujer se quitó sus prendas y en honor a su hermano dejó que su hijo dibujara en su cuerpo un diseño de un estómago irradiando luz, semejando el tema de las quimioterapias y la sabiduría que le da a una persona
afrontar la enfermedad.

“Fue algo muy bello, no lo esperábamos y salió en todos los noticieros, fotos de mi mamá desnuda. Lo más admirable es que una mujer de 65 años se mostró transparente frente al mundo”, enfatizó.

Colombia y sus raíces

Tras afrontar un divorcio, Michael decide dejar su vida en la Gran Manzana e irse a vivir a la capital musical de Colombia. Rentó un apartamento para estar más cómodo y compartir tiempo y espacio con su abuelo, adulto mayor.

Durante un año, el artista aprendió lo que era cuidar a otro
ser humano que se encontraba en estado vulnerable. Le cortaba el cabello, las uñas, lo afeitaba y lo acompañó hasta su partida del mundo terrenal.

Además de conectar con sus vínculos familiares, también lo hizo con personas de Ibagué que se convirtieron en amigos y le regresaron el alma al cuerpo.

Michael seguirá fluyendo por la vida y conectando a modelos con sus partes más vulnerables. El fin, vivir en un mundo con armonía y aprecio.