Problemas supramunicipales y mecanismos de articulación de planes de desarrollo
En la reunión con alcaldes el pasado lunes, la gobernadora presentó los ejes que van a estructurar su plan de desarrollo e invitó a las y los mandatarios locales a que, en el proceso de formulación de los suyos, acojan las apuestas de la gobernación de manera que se puedan alinear las hojas de ruta de las entidades territoriales en función de la solución de los grandes problemas del departamento.
La propuesta es audaz y políticamente muy rentable para la Gobernación, que tiene recursos escasos para cumplir con los compromisos de la campaña en los 47 municipios. Sin embargo, más allá de lo político, el asunto es cómo hacerlo en lo concreto.
Desde el punto de vista técnico, el desafío pasa por dos niveles: el primero es el de la identificación de los problemas supramunicipales o subregionales sobre los cuales van a concurrir los municipios y el departamento (vertical y horizontalmente). El segundo es el de los mecanismos de concurrencia entre planes de desarrollo, tanto a nivel estratégico como financiero.
De esto se ha hablado mucho, especialmente desde la construcción del Plan Nacional de Desarrollo, gracias a la conocida preocupación del director del Departamento Nacional de Planeación en torno a la regionalización de la inversión. De hecho, el DNP construyó fichas subregionales para orientar la discusión actual, en el escenario de la construcción de los Planes de Desarrollo Territorial.
No obstante, todavía no hay una fórmula concreta de cómo hacerlo, y en la práctica el asunto plantea varios desafíos de planeación y por supuesto, de ejecución en el escenario hipotético de que se pueda llevar a cabo.
¿Cuáles son los problemas supramunicipales o subregionales que deban ser priorizados? ¿En qué escenario sentar a los equipos de planeación de los 47 municipios y de la gobernación para la armonización estratégica y financiera de los PDT? ¿De qué manera participa la ciudadanía y la sociedad civil en la identificación de esos problemas supramunicipales? ¿Cómo se va a financiar su implementación? ¿Cuáles son los retos desde el punto de vista administrativo?
Desde el Centro de Estudios Regionales de la Universidad del Tolima publicamos una Nota Regional en la que señalamos varios de estos problemas, algunos de los cuales tienen que ver con la planeación y el ordenamiento territorial, el fortalecimiento institucional y la distribución equitativa de los recursos públicos, el desarrollo económico inclusivo, las pobrezas y las desigualdades, y finalmente, la seguridad, la (precaria) respuesta institucional y la construcción de paz (Ver Nota Regional).
Dejo algunos de estos elementos para la discusión:
La gestión del riesgo de desastres: varias subregiones del departamento son propensas a fenómenos naturales como inundaciones, avenidas torrenciales, movimientos en masa e incendios forestales. ¿Cómo prevenir estos riesgos si por lo menos el 80 por ciento de los planes de ordenamiento territorial del departamento están desactualizados? En este sentido, es fundamental que la gobernación acoja los lineamientos de la comisión de ordenamiento territorial para avanzar en la ordenación del territorio a nivel departamental. Misma tarea tienen los alcaldes, que deben revisar y actualizar sus EOT y PBOT.
El ordenamiento del territorio debe ser el centro del desarrollo sostenible. Es la herramienta institucional que habilita la zonificación para diferentes usos del suelo (residencial, industrial, agrícola, etc.), la protección de áreas sensibles y la planificación urbana y rural que promueva el equilibrio entre desarrollo y conservación por cada una de las subregiones del departamento.
El cambio climático: tiene impactos significativos en sectores como la agricultura, los recursos hídricos y la biodiversidad. Los planes de desarrollo deben integrar estrategias de mitigación y adaptación, incluyendo la promoción de prácticas agrícolas sostenibles, la conservación de ecosistemas y la gestión eficiente de los recursos hídricos. Cortolima y la Universidad del Tolima son fundamentales en labor de priorización de los municipios más afectados.
La planificación al rededor del agua: el manejo sostenible de los recursos hídricos es crucial, especialmente en áreas afectadas por la escasez de agua o la contaminación que, de acuerdo con los datos del Estudio Regional del Agua (Cortolima, Universidad del Tolima), puede llegar al 40% del departamento. Los planes de los municipios alertados deben incluir estrategias para la conservación de cuencas hidrográficas, el uso eficiente del recurso en la agricultura y sistemas de tratamiento y reciclaje de aguas residuales.
De nuevo: Cortolima y la Universidad del Tolima, ambas entidades presididas por la Gobernadora, son fundamentales en este propósito.
El desarrollo rural, otro asunto que desborda las municipalidades y que vincula directamente al gobierno nacional (sin que exima de responsabilidad a la Gobernación): parte de la implementación del catastro multipropósito, la titulación y formalización predial por la vía del ordenamiento social de la propiedad rural y, finalmente, del mejoramiento del acceso a mercados (pensar en mercados subregionales), los servicios básicos, la educación y la salud rural. Los planes deben enfocarse en mejorar en cobertura y calidad, especialmente en subregiones rurales y marginadas.
La reducción de la pobreza y la desigualdad debe ser un objetivo central de la armonización de los planes de desarrollo. Esto implica políticas de inclusión social tendientes al cierre de brechas a nivel territorial, acceso equitativo a servicios y oportunidades, y programas de inclusión productiva para las poblaciones más vulnerables.
Finalmente, el desarrollo de infraestructura adecuada en vías, transporte y telecomunicaciones, es esencial para el crecimiento económico y la integración regional. Los planes deben considerar proyectos de infraestructura estratégica que promuevan la conectividad y el acceso a servicios a toda la población, sin excepción.
La condición para la implementación exitosa de estos elementos pasa por garantizar la seguridad. Sobre ello también realizamos recomendaciones desde nuestro centro de pensamiento, para la consolidación de una estrategia regional de seguridad y convivencia para el Tolima (2024 - 2027), sobre la base de tres elementos:
- La comprensión de la distribución territorial de la violencia.
- La articulación interinstitucional.
- Los instrumentos de gestión y financiación (Ver Nota Regional).