“Los candidatos alternativos e independientes debemos de despojarnos de los egos y ambiciones de poder”: Camilo Delgado

El abogado y exconcejal Camilo Delgado dijo estar listo para enfrentar su segunda campaña a la Alcaldía de Ibagué, pero afirmó que llega más maduro y reflexivo en materia política y electoral.

Admitió que aprendió de los errores de la pasada contienda local y que los candidatos independientes deben despojarse de los egos para no repetir la historia del 2019 cuando el barretismo aprovechó la gran cantidad de aspirantes para lograr la elección de Andrés Hurtado. 

¿Aspirará de nuevo a la Alcaldía de Ibagué?

Sí, aspiraremos nuevamente a la Alcaldía de Ibagué, no por tratarse de un capricho o una obsesión personal, es por un compromiso real y sincero en nuestro proyecto de vida, orientado al servicio y desarrollo de nuestra ciudad. Ibagué requiere transformaciones sociales, económicas, culturales, ambientales, en materia de infraestructura vial e hídrica que solo pueden ser llevadas a cabo a través de decisiones políticas inteligentes, esas que nuestros gobernantes durante los últimos 20 años han postergado. Por eso y para eso queremos llegar a la Alcaldía.

¿Lo hará con el aval del partido Liberal?

Mi pensamiento ha sido coherente con las ideas y filosofía del partido Liberal, así que espero que mi partido nos avale como el candidato que busca las transformaciones que requiere la ciudad, pero que ese aval vaya más allá de un documento o formalismo, no se pueden repetir los mismos errores de hace cuatro años.

¿Cree que la representante Olga Beatriz González y el jaramillismo lo apoyarán?

Creo que la representante Olga Beatriz González, Mauricio Jaramillo y un gran número de dirigentes y líderes de base del partido Liberal están en la disposición de apoyarnos o al menos es lo que esperamos. También creo que, con su ayuda, podremos generar sinergia con otros partidos y movimientos políticos, sociales, ambientales y culturales para construir la ruta que nos lleve hacia el cambio y las transformaciones que reclama la ciudad.

¿No le incomoda trabajar para un partido que maneja a su antojo un político que lo ha ninguneado como Mauricio Jaramillo?

Las instituciones son superiores a sus dirigentes y el tema central no debe ser un “ismo” sino un consenso de ciudad en el que tenga cabida todos aquellos dirigentes que quieran hacer parte de las transformaciones que queremos proponer a través de la toma de decisiones políticas inteligentes al momento de gobernar.

Más allá de lo que llaman disciplina de partido, la política es un ejercicio incomodo, particularmente para quienes siempre hemos tenido el carácter y criterio para tomar posiciones.

¿Participaría en una consulta popular con Renzo García y el resto de independientes?

Sí, lo hemos dicho en diferentes escenarios sin dubitación alguna. Sin embargo, todos los candidatos alternativos e independientes debemos de despojarnos de los egos y ambiciones mediáticas de poder.

Recuerdo en la contienda electoral pasada, estuvimos ocho candidatos, todos con la convicción de que teníamos el perfil y conocimiento para ser el Alcalde de Ibagué y el resultado no fue el esperado.

Vimos desde un candidato que a la fuerza lo hicieron renunciar para adherirse a otro y uno más que creyó que, por separado, podíamos llegar al Palacio Municipal. El resultado lo estamos viendo hoy: una ciudad con niveles bajos de gobernabilidad por una parte y, de otro lado, candidatos que alzaron vuelo, desaparecieron del panorama político, olvidando a sus electores y dejando la ciudad a merced del actual gobierno.

Usted que conoce la mecánica política: ¿se podrán derrotar las maquinarias barretistas y hurtadistas?

¡Por supuesto que sí! De lo contrario no le apostaría a enfrentarlos. Pero más que derrotar las maquinarias políticas, debemos pensar en consensos y acuerdos sobre lo fundamental, si de verdad nos interesa el desarrollo y el futuro de nuestra ciudad.

El desgaste y cansancio político que genera en la ciudadanía las ansias de poder de una organización política ha generado inconformismo.

¿Cómo analiza usted la actitud del alcalde Hurtado en esta época preelectoral: anunciando movimiento político e impulsando sus candidatos?

Es vergonzoso y reprochable pero, lamentablemente, hace parte de la cultura política. Lastimosamente, los ibaguereños y tolimenses hemos terminado normalizando.

¿Dice usted que el mismo escenario se repite en la Gobernación del Tolima?

Así es, aunque el Gobernador Ricardo Orozco ha sido mucho más prudente y no tiene punto de comparación con lo que está sucediendo en la Administración Municipal. Esperemos a ver con que nos sorprenden durante los próximos meses.

¿Cuál será el comportamiento de los electores el año entrante? ¿Seguirán indiferentes y abstencionistas? O ¿Saldrán a castigar al barretismo y al alcalde Hurtado?

El reto es derrotar el abstencionismo, ese que tanto daño le ha hecho a la democracia de nuestra ciudad. La indiferencia ciudadana poco a poco ha venido cambiando, pero aún falta camino por recorrer.

Las ciudades modernas requieren de una ciudadanía activa que participe en todas las esferas de gobierno, esperamos que los ciudadanos, con sus decisiones, permitan que al Palacio Municipal llegue un gobernante que se comprometa y tenga la credibilidad para llevar a cabo las transformaciones que reclamamos los Ibaguereños.

¿Qué piensa del silencio de Óscar Barreto frente al desastre de la Alcaldía de Ibagué?

Un silencio dice más que mil palabras. Ese mutismo lo hace cómplice de un desastre al que él mismo nos llevó. Lo curioso es que, de manera estratégica, si tiene algunos alfiles atacando sistemáticamente al gobierno local. Estas son las acciones que no dejan despegar a la ciudad.

De ser elegido alcalde de Ibagué: ¿a qué se compromete en el corto, mediano y largo plazo?

Al corto plazo: acciones de gobierno orientadas al desarrollo económico, estableciendo una estructura tributaria justa y equitativa, que genere incentivos y atraiga a los inversionistas. El mejoramiento de la movilidad mediante una acción permanente, articulada y eficiente de las autoridades de tránsito; principalmente en los sectores neurálgicos de la capital tolimense. La terminación de los elefantes blancos en que se han convertido los escenarios deportivos y las instituciones educativas de nuestra ciudad y el fortalecimiento de la seguridad ciudadana.

Al mediano plazo: trabajar por un desarrollo territorial, ambiental y urbanístico que promueva la inclusión y no la segregación. Trabajar incansablemente con el apoyo de nuestros congresistas y senadores en la gestión de recursos ante el Gobierno Nacional, que nos permitan ejecutar las obras públicas que demanda nuestra ciudad.

Tenemos un atraso de más de 30 años frente a las demás ciudades intermedias en materia de infraestructura vial, hidrosanitaria y deportiva. Adicionalmente, un sistema de transporte público obsoleto y altamente contaminante.

Al largo plazo: la terminación de las grandes obras de infraestructura vial, algunas de ellas contenidas en el Sistema Estratégico de Transporte Público y de infraestructura hídrica como el Acueducto Complementario y la reposición de las redes de acueducto y alcantarillado.