María del Mar Mejía Rojas

Opinión

Yo quiero una transformación verdadera basada en educación, ¿y tú?

María del Mar Mejía Rojas

Abogada y especialista en Derecho Público

/@MarMaria2019
10 de agosto de 2025
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Con una planeación urbana adecuada, Ibagué implementará acciones que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos y conectará obras con actos de cultura ciudadana y buen uso de la infraestructura.

Recientemente me ha sorprendido positivamente la implementación del programa “Rueda por Ibagué” que, aun cuando funciona desde el 2 de agosto de 2024, ha sido poco visible. La posibilidad de utilizar bicicletas de forma gratuita a través de una aplicación responde a que Ibagué quiere posicionarse como una de las ciudades sostenibles e inteligentes del mundo. Este sistema existe en grandes ciudades como Singapur, Nueva York, Londres, Ciudad de México, entre otras; lo cual es maravilloso, siendo la bicicleta un excelente medio para reconocer la ciudad, incluso cuando se es turista.

Pero, cuando uno revisa la situación de movilidad de la ciudad, surgen varios interrogantes, especialmente en cuanto al uso de la bicicleta de forma responsable y segura respecta. ¿Estamos construyendo una ciudad con espacios destinados para ciclistas y corredores o simplemente implementando acciones que no van con la infraestructura vial existente?

En Ibagué, desde hace dos gobiernos atrás se implementaron los bicicarriles por la carrera “Ferrocarril” y esta idea fue bastante criticada, especialmente cuando llegó a la carrera 1 con calles 15 a 12, frente a la Clínica Tolima y a los negocios aledaños que refirieron se veían afectados porque sus clientes no podían parquear en frente. En su momento, también lo critiqué. Hoy considero que es necesario preparar a los ciudadanos para cambios estructurales de ciudad; que se respire cultura no es solamente con la implementación de nuevas vías o espacios de gran provecho, sino con el conocimiento de cómo utilizarlos y para qué.

Tenemos bicicletas, pero no la cultura de andar en ellas hacia el trabajo (no somos Ámsterdam), somos Ibagué, una ciudad que quiere un cambio real desde su corazón, que somos los ciudadanos que aquí vivimos. Tuvimos unos bicicarriles que la misma Alcaldía ha dejado perder, pues los conos que la delimitan han sido cortados y las estructuras metálicas que las delimitan también han sido arrancadas, producto, además, de no conocer el buen uso de estos espacios por parte de la ciudadanía.

El bicicarril de la Ferrocarril, entre calles 42 a 37, en ciertos horarios está lleno de bolsas de basura que no se recogen a tiempo; también hay habitantes de calle que abren estas bolsas, riegan la basura, dejan el desastre, consumen bazuco, haciendo un espacio poco seguro para ciclistas y corredores.

¿Cómo tener sentido de pertenencia por un lugar público que ni siquiera la Alcaldía procura mantener y cuidar? Desde el ejemplo, quienes aún no adquieren la cultura del cuidado de lo público podrían adquirirla, pero hace falta educación en todo sentido.

Se evidencia una desconexión entre lo construido y la educación a los ciudadanos para cambiar cultura y mentalidad, y que se haga uso adecuado de cada una de las inversiones que realiza la Administración Municipal, en pro de que los ciudadanos tengan mayor calidad de vida y se proyecte una ciudad inteligente y sostenible (que solo se consolida con infraestructura y cultura ciudadana).

Ibagué para todos, ¿hacia dónde va? Esperamos que lo planteado en el plan de desarrollo, además de ejecutarse, cuente con el respaldo de la educación ciudadana.

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