“El teatro municipal: protagonizado por desempleados, dirigido desde Reservas del Campestre”

En Ibagué, el desempleo no es una estadística; es una tradición. Mientras el país celebra una tasa nacional del 9.6%, nuestra ciudad ostenta orgullosamente un 15.8% . Aquí en la ciudad de los puentes, lastimosamente el  ser desempleado es casi un requisito para sentirse parte de la comunidad; mientras el jefe del  clan  Hurtado con una plena desconexión  de  la ciudadanía  afirman ser “gente del común” claramente se enaltece con prendas millonarias y lujos  extravagantes,  pero en la ciudad del desempleo  mientras la juventud con esperanza y sueños tienen preparadas sus hojas de vida  lastimosamente no tienen a quien entregarlas!  paralelamente la administración municipal desempolva discursos de  lealtades viejas, discursos reciclados en los que busca atraer a quienes fueron ninguneados durante estos  16 meses de gobierno , pero  si aceptan estarán afirmando ser parte de la mala imagen y escándalos  de presuntos hechos  de corrupción.

Como olvidar cuando nuestra alcaldesa, Johana Aranda, en plena posesión y clamando a Dios, prometió cuidar el legado de su antecesor Andrés Hurtado; Y vaya que lo ha hecho. con las mismas prácticas que nos tienen en este glorioso estado de desempleo, abandono y desidia, Aranda ha demostrado ser una fiel heredera del individualismo y egoísmo en el que no importa el pueblo solo importa el bienestar personal, un claro ejemplo, su vivienda en palma del vergel que era de propiedad de un ex alcalde de apellido Botero, que bien pavimenta las  calles de la ciudad, están como una autopista, el negocio redondo.

¡Pero claro!, gobernar con semejante herencia política es como tratar de vender empanadas con salmonela: lo que ignoran producto del ego es que la gente ya se dio cuenta que la imagen de Johana se desplomó a la velocidad con la que sube el desempleo, Entonces, como buen libreto de telenovela barata, decidieron cambiar la trama; Que no se note tanto la cercanía con Hurtado, dijeron!. ¡Corten! ¡Nuevo acto! Ahora toca fingir distancia, y como no con puentes fantasmas, presuntos peculados por uso, y procesos por enriquecimiento ilícito.

Así nació la estrategia: limpieza de gabinete, estallido de crisis, guerra interna, y hasta concejales hurtadistas echándole la culpa al jefe de prensa por la mala imagen de la alcaldesa. Como si el Photoshop no alcanzara para tapar el desastre, como si el problema fuera de filtros y no de fondo, como si con cambiar las cortinas se pudiera esconder que la casa está en ruinas, seguramente esos mismos que están saliendo los veremos en la campaña  del clan hurtadista a la cámara apoyando la hermana  de quien nos hurta hasta los sueños.

¡Porque este no es un gobierno!. Es una obra de teatro con escenografía de crisis, actores de reparto y libreto escrito desde una mansión en Reservas del Campestre, de ante mano un saludo a la señora alcaldesa por sus visitas constantes a la mansión hurtado ¿Final? Predecible.  Ibagué en el abandono y el desempleo.