Contraloría y el Show de Aranda edición especial Hurtado

Dicen que en Ibagué el pan se parte con la mano... y los procesos fiscales, al parecer, también.

La Contraloría Municipal —el organismo que cumple funciones de vigilar los recursos públicos administrados por la alcaldía municipal, si la misma contraloría que se supone cumple la función de pastor cuidando el rebaño— ha demostrado tener una virtud poco común: la amnesia selectiva. Y es que, según recientes informes, se habrían archivado irregularmente procesos fiscales por más de $59 mil millones de pesos, asi lo públicaron los diferentes medios de comunicación, ¡Una bicoca, ¡Una achira, ¡Dirían quienes administran el municipio, pero no es así! Ese dineroequivalente a casi tres parques temáticos, cinco polideportivos, o la pavimentación de la malla vial que ahora la misma ciudadanía con sus propias manos y pala tratan de hacerlas transitables debido a la omisión de la administración municipal.

Curiosamente, entre los favorecidos por este milagro de la “desfiscalización celestial”, aparecen la actual alcaldesa de Ibagué y su antecesor el jefe político del clan hurtado, el siempre recordado el Ingeniero del puente fantasma, Ing.  Hurtado. ¿Qué coincidencia? Es como si la Contraloría se hubiera vuelto fanática de las novelas mexicanas: mucho drama como cuando mediante show se indilgaban acciones y omisiones en la alcaldía de hurtado, pero al final del showpoca consecuencia, y los protagonistas siempre saliendo en limpio.

¡Y ahora lo que se viene!! el clan Hurtado, ese grupo político con la habilidad de resucitar candidaturas más rápido que un reality show como el del exalcalde de Armero Guayabal, Medardo Ortega el mismo del escándalo de corrupción denominado 'Las Marionetas', que protagonizó el exsenador Mario Castaño; ¡ahora el clan hurtado quiere postular a Diego Andrés García Murillo como nuevo contralor municipal para vigilar los recursos!! Andres Garcia con vinculación en el Sistema Estratégico de Transporte Público de Ibagué, contrato 122 del 24 de octubre de 2024. Sí, el mismo sistema que aún no arranca, pero ya reparte contratos como si fueran confites de Halloween.

¿Quién mejor para vigilar las cuentas públicas que alguien del mismo ecosistema contractual que se beneficia de ellas? Es como poner al gato a cuidar la pescadería... pero el gato es primo del dueño y tiene las llaves.

Y para completar el IBAL no es una empresa de acueducto... sino un reality show político de larga duración. Ya tuvimos una primera temporada cargada de emoción, promesas hídricas, y contratos jugosos. Ahora, sin previo aviso, comienza la segunda temporada, y adivinen qué: los actores son los mismos.

El reciente enroque de Magda Herrera que paso de la secretaria general de la alcaldía a la Secretaria del IBAL es como ese giro de guion que nadie pidió, pero todos sabíamos que venía. ¡Qué suspenso! ¡Qué audacia! Es como si el libreto lo escribieran en una servilleta durante una cena entre compadres.

¿Y para qué traer nuevos perfiles si el hurtadismo tiene a la familia completa en lista de espera? El IBAL ya no es solo una entidad pública, es prácticamente una sucursal del club privado de amigos, exfuncionarios y fieles del exalcalde que, aunque ya no está, sigue gobernando por control remoto.

Y mientras tanto, el agua sigue llegando a medias, las obras siguen a medio hacer, y la gente sigue creyendo que lo que falla es el sistema hidráulico. No, queridos ciudadanos, lo que falla es que decidieron creer en las sonrisa y promesas de una candidata a la alcaldía que representa el continuismo de Hurtado, ese que usa el IBAL como agencia de empleo para el círculo íntimo de los poderosos.