Mensaje al ‘hurtadismo’: sus sicarios digitales no nos silenciarán

Esta es la primera vez que grabo el editorial en video. Lo hago porque, a diferencia de los sicarios digitales del ‘hurtadismo’, no me oculto tras perfiles falsos ni divulgo videos anónimos para hacer denuncias. Yo doy la cara y firmo mis investigaciones porque no les tengo miedo, ni a ustedes ni al ‘barretismo’. Tampoco al ‘jaramillismo’ ni a ningún delincuente de cuello blanco del Tolima.

Hace una semana, a través de una cuenta en TikTok, comenzó la campaña de desprestigio contra EL OLFATO. Lo advertí desde septiembre, cuando, desde la Alcaldía de Ibagué, enviaron a la abogada Angie Juliett Rojas Millán para ofrecerle contratos por $120 millones a mi asistente personal, con el fin de que saliera a decir mentiras en redes sociales y medios afines al ‘hurtadismo’ (Ver: Así se cayó el montaje que pretendieron ejecutar desde la Alcaldía de Ibagué).

No contaban con que la gente que trabaja a mi lado es decente y leal. Logramos grabar la conversación sobre la generosa oferta económica de la Alcaldía de Ibagué y conseguimos los videos del restaurante donde citaron a mi asistente.

 

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La empresa denunció estos hechos ante la Fiscalía Seccional Tolima; entregamos los soportes, chats y grabaciones, pero no ha habido ningún avance.

La enviada de la Administración Municipal, Angie Juliett Rojas Millán, después de intentar constreñir a mi funcionario, recibió un contrato en el Sistema Estratégico de Transporte Público de Ibagué para organizar licitaciones por $50.000 millones a finales de 2024. Como denunciamos recientemente, ese dinero quedó en manos de ingenieros favorecidos por el ‘hurtadismo’ desde hace cinco años (Ver: Aranda delegó contratación de más de $50.000 millones en manos de quienes fracasaron en el puente de la 60).

Este año, el mismo 1 de enero, un día feriado, la señora Rojas Millán fue contratada como asesora en la Unidad de Salud de Ibagué. ¿La premian por obediente? ¿O para que no los delate en la Fiscalía? No lo sabemos. Lo que sí es un hecho es que casi ningún contratista del Estado es vinculado con tanta rapidez.

Pero volvamos al tema central. EL OLFATO siguió denunciando, y desde la Alcaldía de Ibagué continuaron implementando estrategias para silenciarnos.

Han buscado amigos cercanos y empresarios respetables para que yo acepte reunirme con la alcaldesa Johana Aranda. Tengo los mensajes en mi teléfono celular por si se atreven a desmentirme.

Como no he accedido, optaron por el sicariato digital, una estrategia dirigida por un ingeniero ambicioso, atrevido, prepotente y, posiblemente, millonario, con inversiones en Panamá y Europa.

Él, con la complicidad de un par de colegas periodistas, publicó dos videos en los que afirma que EL OLFATO tiene contratos con la Gobernación del Tolima y que, por esa razón, no denunciamos al ‘barretismo’.

Nada más falso. Este medio de comunicación cumple este año 11 años y, desde el primer día, hemos denunciado a todos los grupos políticos del Tolima (Ver: las investigaciones sobre el cartel de la salud del ‘barretismo’).

Pero les voy a responder a los sicarios ‘hurtadistas’: ¿por qué la Gobernación del Tolima y las entidades del orden departamental siempre han pautado en este medio de comunicación? La respuesta es sencilla: porque nunca han solicitado el habitual y recurrente intercambio local: publicidad a cambio de silencio.

Desde el exgobernador liberal Luis Carlos Delgado, en 2014, hasta la actual mandataria conservadora Adriana Matiz, nunca han exigido ocultar información por el simple hecho de tener un contrato comercial.

Ellos, al igual que muchas empresas privadas del Tolima y Colombia, han entendido que nosotros vendemos publicidad, no silencios.

Y la publicidad es la fuente de financiación de todos los medios del mundo. En EL OLFATO trabajan cerca de 20 personas que obtienen el sustento de sus familias con el dinero que invierten nuestros anunciantes.

Hemos ejercido control desde el primer día. Fuimos el medio que denunció los piques ilegales en el Aeropuerto Perales, cuando el ingeniero Andrés Hurtado no era adinerado, vestía prendas sencillas y no se había hecho sus retoques estéticos.

Luego, publicamos casi un centenar de artículos advirtiendo cómo se iban a robar los Juegos Deportivos Nacionales de 2015. Nosotros pusimos en evidencia a todos y cada uno de los que hoy están presos.

Durante el gobierno de Guillermo Alfonso Jaramillo denunciamos presuntos hechos de corrupción en el Ibal, la Secretaría de Movilidad, el famoso alumbrado navideño de 2016 que llevó a la quiebra a la Corporación Festival Folclórico, y el contrato fraudulento del concierto de Carlos Vives, que tuvo que cancelarse por las pruebas que revelamos.

Precisamente por ese control que ejercimos sobre la administración de Guillermo Alfonso Jaramillo, las bodegas ‘jaramillistas’ orquestaron un violento ataque en redes sociales, afirmando que el ingeniero Andrés Hurtado había ‘comprado’ a EL OLFATO para silenciarlo durante sus cuatro años de mandato. Pero, como bien lo saben, el tiempo no les dio la razón.

Durante estos 11 años hemos enfrentado todo tipo de obstáculos y nunca nos hemos rendido. Esta vez tampoco podrán doblegarnos.

¿No creen ustedes que, si fuera por dinero, lo más lógico y rentable sería convertir a EL OLFATO en el ‘parlante’ del ‘hurtadismo’? Para nadie es un secreto que en esa organización hay un próspero presente económico para la mayoría de sus líderes; los de arriba, claro está, no los mandaderos que montan licitaciones y viven con apuros económicos, investigados por los organismos de control.

Nací y crecí en Los Mártires, en el Alto de la Cruz, un barrio con muchas dificultades, donde aprendí a caminar sin miedo en medio del peligro.

Por mi seguridad y la de mi familia, tuvimos que salir de Ibagué. Pero reitero: si algo me pasa a mí o a algún integrante de mi equipo, los responsables son Andrés Hurtado, su secuaz Diego Herrán y la señora alcaldesa Johana Aranda.

Ojalá solo estén pensando en el sicariato moral y digital. Ojalá.