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Abrir WhatsAppEl acceso al agua potable, reconocido como un derecho humano fundamental por la Asamblea General de las Naciones Unidas (Resolución 64/292, 2010), constituye un pilar esencial para la salud pública, el desarrollo socioeconómico y la sostenibilidad ambiental de cualquier comunidad. En Colombia, la Constitución Política consagra la responsabilidad del Estado en la garantía de la prestación eficiente de los servicios públicos, incluyendo el agua potable (Artículo 365 y 366).
Sin embargo, a pesar de este marco legal y de los esfuerzos gubernamentales, Ibagué, bañado por importantes fuentes como el Río Combeima, el Río Chipalo, la Quebrada el Hato de la Virgen, el Río Alvarado y el Río Opia, así como la presencia de uno de los acuíferos más importantes del país (Ibagué Sostenible 2037), contrasta paradójicamente con las dificultades históricas para garantizar un servicio de agua potable eficiente, de calidad y equitativo para toda su población, tan es así, que según datos de CORTOLIMA, Ibagué podría darle agua a más 1´300.000 habitantes; entonces ¿Cómo un municipio con aproximadamente 550.000 habitantes no ha logrado suministrarle continuidad y calidad a su gente?.
Para responder a este interrogante es menester decir que el principal proveedor del servicio de agua en el Municipio es la empresa Ibaguereña de acueducto y alcantarillado “IBAL S.A E.S.P” la cual reporta una cobertura del 66% del total de la demanda (El restante es cubierto por acueductos comunitarios) y unas pérdidas que ascienden al 48%, y que resulta pagando la ciudadanía en el recibo.
El municipio desde 1994 inicio la construcción del acueducto complementario, para captar más de 1.000 litros de agua por segundo del Rio Cocora y de esta manera resolver de raíz la problemática de la falta de agua y del constante crecimiento de la población, sin embargo, una obra que pretendía no superar más 4 años resultó tomándose alrededor de 30 años para su inauguración.
Fue así, como el 15 de octubre de 2024, se celebró la inauguración del acueducto complementario, autodenominándolo como “La obra del siglo” sin embargo, posterior a la misma, la realidad de calidad, cobertura y abastecimiento de agua en el municipio NO CAMBIÓ, pero ¿Por qué si esta era la obra que solucionaría este problema histórico en Ibagué? Pues ante esta realidad realicé requerimientos y cité debates de control político al IBAL y efectivamente me certificaron que el máximo de captación que habían logrado por la bocatoma de Cocora era de 480 litros de agua por segundo.
Todo empezaba a tener sentido cuando nos encontramos con el contrato de Consultoría 035 de 2021, contratada por el IBAL por un valor aproximado de $1’276.685.000 millones, y que además constituye el principal sustento técnico para comprender las limitaciones operativas de la Bocatoma Cócora. Este estudio especializado reveló problemas críticos de diseño y funcionamiento que explican la incapacidad de la infraestructura para alcanzar su máxima captación ¡Pues de razón el problema de agua de Ibagué es el mismo con o sin inauguración de La Obra Del Siglo!
Si bien la Gerencia del IBAL ha dicho públicamente que se ha venido realizando unas obras para el funcionamiento del 100% de la Bocatoma Cócora, esto discrepa con las actividades ejecutadas en el Contrato de obra 144 de 2022, el cual tiene como objeto “Contratar las cantidades de obras necesarias, para la puesta de funcionamiento del acueducto complementario desde la Bocatoma Cócora hasta la PTAP La Pola y las líneas de abastecimiento y distribución del tanque sur en la Ciudad de Ibagué”.
Pues lo que encontramos en los informes de dicho contrato es que las actividades realizadas en la bocatoma corresponden únicamente a un dragado y limpieza del área de captación, lo cual no constituye una obra de mejoramiento, sino de mantenimiento rutinario.
Este análisis debe complementarse considerando que, incluso en el hipotético caso de que la Bocatoma Cócora lograra operar a su plena capacidad teórica de 1.009 l/s, el sistema de abastecimiento enfrentaría un nuevo cuello de botella en la Planta de Tratamiento de Agua Potable (PTAP) La Pola. Según los estudios técnicos realizados por la firma PROHISA – Contrato de consultoría 140 de 2023, la actual infraestructura de la planta carece de la capacidad necesaria para procesar volúmenes de agua superiores a los actualmente tratados (Combeima y Cay). La ampliación de la PTAP La Pola, requerida para solucionar esta limitación, representaría una inversión estimada en $7.494.705.156,44.
Vale la pena recalcar que la procuraduría ya inicio actuación preventiva por este caso en concreto que hemos venido denunciando.
En conclusión, la situación actual de la bocatoma Cócora presenta deficiencias técnicas estructurales y operativas que impiden el aprovechamiento óptimo de su capacidad. Esto incluye el diseño inadecuado de captación, la sedimentación no mitigada, la falta de obras de optimización y la inexistencia de mediciones confiables. A ello se suma la incapacidad de la PTAP La Pola para tratar un eventual aumento de caudal, lo cual evidencia una necesidad urgente de intervención y planificación integral del sistema de abastecimiento de agua en la ciudad y la NO terminación en su funcionalidad total de la denominada “Obra del siglo” que se terminó convirtiendo en la “Falacia del siglo”
ÑAPA: La ciudadanía Ibaguereña lleva 9 años pagando en el recibo del agua del IBAL unas obras que se encuentran en el POIR y que a la fecha no han realizado, pronto haremos publica una investigación sobre esto…
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Andrés Zambrano
