
Jueza Sandra Heredia: temple tolimense en el juicio del siglo contra Álvaro Uribe
Sin dar entrevistas ni protagonismo, se convirtió en figura clave de la justicia colombiana.

Escrito por: Yeison Andrés López Castañeda
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Sandra Heredia, nacida en el municipio de Alpujarra, Tolima, asumió la conducción del juicio contra el exmandatario con una mezcla de rigor técnico, experiencia acumulada en las entrañas de la justicia ordinaria, y un estilo directo que ha incomodado a más de un poderoso. Sin presencia mediática ni antecedentes de protagonismo público, hoy su nombre se pronuncia en cada rincón del país. La decisión que tome hoy marcará un hito en el sistema judicial colombiano.
Su rol como titular del Juzgado 44 Penal del Circuito de Bogotá ha sido determinante para que el proceso no se diluya entre tácticas dilatorias, presiones externas o vencimientos de términos. Desde abril de este año, cuando la Fiscalía radicó el escrito de acusación contra Uribe, Heredia tomó el control del caso y solicitó a la Judicatura que suspendiera la asignación de nuevos procesos a su juzgado, argumentando la necesidad de concentrarse en el juicio. La petición fue aceptada mediante un acuerdo del 1 de julio de 2025.
Desde entonces, se ha mantenido firme frente a recusaciones, tutelas y peticiones de aplazamiento presentadas por la defensa del exmandatario. En varias ocasiones, Heredia rechazó intentos de detener las audiencias y advirtió que no permitiría que el caso terminara prescribiendo por falta de celeridad. “Nos va a dar aquí la Navidad si seguimos así”, ironizó en una audiencia, dejando claro su compromiso con el avance del proceso, que prescribirá el 16 de octubre si no se emite una decisión.
Un largo camino en la justicia
Heredia comenzó su carrera judicial en 1994 como auxiliar, incluso antes de recibir su título de abogada, que obtuvo en 2006. Durante años trabajó en cargos de apoyo en juzgados del Tolima, acumulando conocimiento práctico del funcionamiento judicial. En 2013, tras participar en un concurso de méritos, interpuso un recurso técnico para que se le reconociera su experiencia acumulada, lo que finalmente ocurrió en 2016 cuando el Consejo Superior de la Judicatura aumentó significativamente su puntaje y le abrió paso en la carrera judicial.
Esa apelación, sustentada con precisión jurídica, anticipó el carácter con el que hoy dirige un juicio con más de cien testimonios, cientos de documentos y una presión pública sin precedentes. Su proceder metódico y reservado contrasta con la dimensión política del proceso que lidera.
Un juicio inédito y una jueza bajo lupa
El juicio contra el expresidente Uribe ha sido inédito por múltiples razones. Es la primera vez que un exmandatario colombiano enfrenta una imputación formal en juicio penal y, además, es uno de los pocos procesos de este calibre que se han desarrollado con transmisión abierta, lo que ha permitido a estudiantes, abogados y ciudadanos seguir de cerca cada etapa.
El papel de Heredia ha sido clave para mantener el rumbo del proceso. Incluso cuando la defensa recusó su actuación, la jueza no dudó en rechazar de plano la solicitud, aunque luego la Corte Suprema de Justicia le ordenó tramitarla según el procedimiento. Lejos de desestabilizarla, el episodio reveló la presión institucional y política a la que se enfrenta.
A las 8:30 de la mañana, está prevista la lectura del fallo. Se trata de una decisión que no solo impactará la vida jurídica de Álvaro Uribe, sino también la credibilidad del sistema de justicia colombiano.
En medio de la turbulencia política, la figura de Sandra Heredia y su decisión serán determinantes para marcar un hito en la historia política y democrática de Colombia.