
Alias Gabriela relató con frialdad su papel en el atentado contra Miguel Uribe Turbay
“Me dijo que buscara un menor que no tuviera padres, que se entregara después de disparar”: Katerine Andrea Martínez.
Escrito por: Paula Núñez
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Con apenas 19 años, Katerine Andrea Martínez, conocida como alias Gabriela o alias Andrea, rindió ante las autoridades un extenso y escalofriante interrogatorio en el que confesó su participación en el atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay.
Su relato, frío y detallado, reconstruye la planeación del ataque y revela la manera en que fue reclutada por Élder José Arteaga Hernández, alias el Costeño, señalado como el cabecilla de la estructura sicarial responsable del crimen.
Alias Gabriela afirmó haber conocido a Arteaga en un bar de la calle 18 con carrera 5, en Bogotá. “El Costeño me dijo que trabajó con las oficinas de Cali y que se vino a Bogotá a trabajar mosco en el tema de la droga. Agregó que era sicario y me ofreció trabajar con él. Me dijo que para llevar encargos, que yo no me iba a exponer, que me daban lo de los transportes y que me pagaban por esto. En ese momento no me dijo qué clase de encargos”, relató.
La joven aseguró que alias el Costeño le ofreció una suma cercana a 10 millones de pesos por participar en el atentado y que se habló de una cifra de hasta 700 millones por la ejecución completa del crimen.En su testimonio ante las autoridades, reveló que recibió la instrucción de buscar a un menor de edad para disparar contra el senador.
“Me dijo que si lo podía conseguir, que le ofreciera cien o 150 millones de pesos, que solo tenía que disparar y entregarse a la Policía. Me dijo que era mejor si tenía de pronto antecedentes, o no tenía padres. Que no tuviera a nadie que estuviera tan pendiente de él. Me dijo que debía tener entre 14 y 16 años, porque si estaba por cumplir los 18 podía sufrir cárcel, entonces que necesitaba que tuviera por ahí 14 años para que lo metieran a una correccional y de ahí lo dejaban en libertad”, afirmó.
Martínez habría sido quien trasladó el arma de fuego y se la entregó al menor que finalmente ejecutó el atentado el pasado 7 de junio.
“Habíamos acordado diez millones de pesos, y que me los pagaba en efectivo cuando el senador ya hubiera muerto. Si no se moría, me pagaba 600 o 700 mil, que era lo que él pagaba por llevar el arma”, declaró. Tras el ataque, la mujer regresó a su residencia ubicada en el barrio Danubio Azul y permaneció allí con su pareja durante la noche.
El 13 de junio, alias el Costeño volvió a contactarla. “Me preguntó que si había visto los videos, las noticias de cómo estaba la situación. Yo le dije que sí, que tenían videos de nosotros, pero que no tenían mi cara. Me dijo que no esperara a que buscaran mi cara, sino que me fuera, que me fuera para Florencia, porque allá no me iba a encontrar nadie, que allá me iban a dar todo y no me iba a faltar nada”.
Según Martínez, alias el Costeño le prometió que en Florencia recibiría apoyo de una “guerrilla” no identificada y que incluso podría estudiar.
“Me dijo que un curso de drones o un curso de francotirador, que esos cursos iban a ser allá con la guerrilla. No me mencionó qué grupo, si eran de las Farc o cuál era. Me dijo que él tenía contacto con la guerrilla allá, que él conocía personas y que no me iba a faltar nada”, dijo.
Alias Gabriela accedió a trasladarse a Caquetá por un periodo corto. “Le dije que le iba a tomar la palabra; me iba a ir para allá, pero simplemente dos meses, no más”.
Antes de partir, recibió instrucciones para evitar ser detectada: debía evitar terminales principales, viajar con una nueva SIM card y no utilizar sus dispositivos anteriores. “Me dijo que nos viéramos en La Picota. Yo fui en alimentador y me bajé en el portal de Usme. Me fui caminando hacia La Picota. Ahí llegó una moto negra. Me pasó un celular Samsung, una sim card y me pidió el celular que me había dado Élder”.
Posteriormente, Martínez se desplazó hasta el terminal del Salitre, desde donde abordó un bus hacia Florencia. “Pagué 80 mil pesos el tiquete. Se subieron dos policías y me pidieron la cédula. No pasó nada. Durante el camino me encontré con una amiga de Neiva, no le mencioné nada de lo ocurrido, solo le dije que iba por cuestión de trabajo”.
Antes de partir, contactó a su familia. “Llamé a mi mamá y le dije que me iba para Ecuador. Ella me preguntó por qué así de repente. Le dije que me iba a otra vida, a trabajar, a hacer otras cosas”.
La investigación por el atentado continúa. El director de la Policía Nacional, general Carlos Triana, señaló que ya se avanza en la identificación de los autores intelectuales: “Van a caer los autores intelectuales”.
Las autoridades mantienen el cerco sobre alias el Costeño, quien continúa prófugo. El testimonio de alias Gabriela es ahora una de las piezas centrales en el esclarecimiento del atentado contra el senador Uribe Turbay.