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IBAL perdería otro millonario aporte del Gobierno por negligencia: $860 millones para reconstruir la bocatoma

Investigación
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Los $60 mil millones que destinó el Gobierno Nacional para el acueducto complementario de Ibagué no son los únicos recursos que Ibagué perdería por negligencia administrativa del IBAL. (Ver Por falta de gestión de la Alcaldía, recursos del acueducto complementario se irían para La Guajira)

ELOLFATO.COM conoció que en el Fondo de Adaptación, una entidad creada para atender emergencias producidas por fenómenos naturales, y adscrita al Ministerio de Hacienda, hay cerca de $860 millones de pesos que también podrían dejarse de recibir por falta de gestión de la empresa de acueducto y alcantarillado de Ibagué.

Esa suma de dinero, nada despreciable para una entidad que atraviesa serios problemas financieros, está destinada a la reconstrucción de la bocatoma ubicada en el río Combeima, una obra fundamental para la prestación del servicio de agua potable a 122 mil hogares de la capital tolimense.

El IBAL detectó, desde el año 2012, que el estado de la bocatoma es “crítico” debido a las continuas crecientes del río Combeima y se requiere una intervención inmediata.

Desde esa época inició el trámite de los recursos ante el Fondo de Adaptación y se concretó el ocho de noviembre de 2013, cuando se suscribió el convenio interadministrativo entre Carmen Elena Arévalo, gerente del Fondo de Adaptación, y el alcalde de Ibagué, Luis H. Rodríguez. (Ver Esposa de Luis H. regañó a los funcionarios del IBAL por crisis del acueducto complementario)

El Gobierno Nacional aportaba los $860 millones y la Alcaldía a través del IBAL debía realizar los diseños de las obras.

Sorpresas e inoperancia

Tres meses después de firmarse el convenio, el 17 de febrero de 2014, se reunieron en la sede de la Gobernación del Tolima los delegados del Fondo de Adaptación con los representantes del IBAL para iniciar el proyecto, y ahí empezaron los problemas.

La empresa (IBAL) ya había contratado, en 2012, una consultoría para la realización de los diseños pero éstos no se ajustaban a los requerimientos técnicos exigidos por el Fondo de Adaptación.

“Cuando se suscribió el contrato mencionado, no se tenía conocimiento del alcance técnico que se requería para la inversión de los recursos aprobados por el Fondo de Adaptación, y que por consiguiente, el IBAL, se encontraba realizando los ajustes en el alcance del contrato, a fin de cumplir con los requerimientos solicitados”, explicó la entidad en una comunicación enviada a este portal. (Ver documento)

El 31 de marzo de 2014 hubo otra reunión, esta vez en la Alcaldía de Ibagué, a la que asistió como delegado del alcalde el ingeniero Alfonso del Campo, funcionario del IBAL. No fue el alcalde Luis H. Rodríguez ni mucho menos el gerente de la empresa, Carlos José Corral.

El encuentro concluyó sin ningún avance, tal vez porque un subalterno no podría asumir ningún compromiso. El Fondo de Adaptación reiteró la obligatoriedad de realizar los diseños con los requerimientos acordados en el convenio interinstitucional.

Un año perdido

Pasó exactamente un año y el IBAL no cumplió con su compromiso de ajustar los diseños, pese a la necesidad de reconstruir la bocatoma. (Ver ¿Viceministra de Agua ya no cree en las promesas de la Alcaldía de Ibagué y el IBAL?)

El 20 de marzo de este año, el Fondo de Adaptación convocó a una reunión a los directivos del IBAL en Bogotá donde les ratificaron que “después de repetidas revisiones, los productos entregados -por la empresa- no tienen el alcance técnico dado por el Fondo”.

Pidieron cambiar la destinación de los recursos

Ante el fracaso administrativo, los funcionarios del IBAL reiteraron ante el Gobierno Nacional que el estado de la bocatoma es “crítico” y que ejecutarán la reconstrucción de la bocatoma con recursos propios, pero con los diseños que no aceptó el Fondo de Adaptación.

Es decir, ante la imposibilidad administrativa de cumplir con los requerimientos del convenio prefirieron pagar la obra con los recursos del IBAL.

Y para no perder los $860 millones, propusieron que el dinero fuera invertido en obras de mitigación aguas arriba de la bocatoma, que garanticen la estabilidad de la misma acorde con los lineamientos de riesgo.

El Fondo de Adaptación aceptó, pero les exige “adelantar la contratación y/o elaboración de todos los estudios y diseños requeridos para la ejecución de las obras de mitigación, acorde con los lineamientos del fondo, con el fin de poder invertir los recursos asignados por esa entidad”.

Pasaron dos meses y nada…

Como si fuera poco, después de dos meses, el IBAL sigue sin presentar los diseños para las obras de mitigación.

“Aunque se acordaron alcances, tiempos y en general compromisos con la consultoría indicada por el IBAL, hasta la fecha no se ha hecho entrega de un proyecto integral que permita garantizar que los recursos que dispone del Fondo Adaptación tendrían un uso adecuado”.

El convenio entre la Alcaldía de Ibagué y el Fondo de Adaptación vence el ocho de noviembre de 2015. El IBAL tiene 165 días para hacer lo que no hizo en un año y medio. (Ver Así ha mentido Luis H. Rodríguez sobre el acueducto complementario)

El IBAL no respondió

Desde las 9:17 de la mañana de este martes intentamos comunicarnos con el gerente del IBAL, Carlos José Corral, pero no fue posible obtener una respuesta. A las 2:39 de la tarde contestó su teléfono celular pero dijo estar ocupado en una diligencia judicial, que podríamos organizar la entrevista con la oficina de prensa pero no fue posible.

Vea una de las crecientes que afectó la bocatoma del IBAL en el año 2012

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