Un proyecto enredado tiene a Ibagué sin una correccional para menores

Aunque el día en que se cerraron las puertas del Politécnico Luis A. Rengifo, más conocida como la correccional de menores de Ibagué, se prometió que en cuestión de meses se remodelaría y construiría una nueva infraestructura, se conoció que dos años después, el proyecto continúa en ‘veremos’.

Nayareth Castaño, directora de Infancia y Juventud del Departamento, explicó que la Gobernación del Tolima ha tenido inconvenientes para planear y hacer viable el proyecto, por lo que su entrega seguramente se extenderá un año más.

El enredo empezó en el 2021, cuando se contrataron unos estudios y diseños por $76 millones para detallar los pormenores de la remodelación. 

Sin embargo, dicha inversión se terminó perdiendo cuando el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), al analizar el proyecto, aseguró que la intervención quedaría ‘a medias’.

Castaño explicó que los detalles técnicos, administrativos y financieros del proyecto no contemplaron la construcción del Centro Transitorio (CETRA), el cual deberia funcionar en el mismo punto donde se encuentra el Politécnico Luis A. Rengifo, y no en otra sede aparte, como actualmente sucede.

Por lo que fue necesario, por segunda vez, contratar otros estudios y diseños más costosos que los anteriores ($81 millones) que contemplaran estas observaciones.

“Estos ya se entregaron en el primer trimestre del año, por lo que el ICBF los está revisando para ver que se adopte a la norma y las recomendaciones, para así tener el aval”, agregó la directora.

No obstante, por la entrada en vigencia de la ley de garantías, más el tiempo que se demore el ICBF en dar su visto bueno, Ibagué carecerá - por lo menos hasta el 2023 - de un centro de internamiento para menores infractores de la ley.

“El gobernador Ricardo Orozco está en la disposición para que, tan pronto se tenga el valor completo del proyecto, asignar los recursos, dependiendo de cada una de las áreas para que este punto sea construido. (...) Vamos a revisar todo jurídicamente y dejar el camino avanzado en temas de presupuestos para que el próximo gobierno empiece la intervención”, manifestó Castaño.

Mientras eso sucedía en estos dos años, los jóvenes infractores han estado al vaivén de las circunstancias. Unas veces privados de la libertad en diversos departamentos y otras, cuando lo permiten las condiciones de hacinamiento, en un punto ubicado en la calle 42 con carrera Sexta.

Puesto que esta sede no tiene todas las exigencias en infraestructura que establece la norma, la solución de contar con espacios amplios, limpios y seguros en los cuales los jóvenes se puedan resocializar, parece que tardará en llegar.