
Polémica entre Igniko e Interaseo afecta la recolección de basuras en Ibagué
Un nuevo problema surgió por la recolección de residuos sólidos en Ibagué. Igniko debía iniciar su operación y no lo hizo, la empresa culpó a Interaseo.

Escrito por: Adrián Vanegas
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La recolección de residuos sólidos en Ibagué vuelve a ser epicentro de una controversia que involucra a dos operadores privados y a una comunidad afectada. Esta vez, el foco está en el conjunto residencial Multifamiliares Alejandría, donde cinco propietarios decidieron cancelar el servicio con Interaseo desde abril y contratar a la empresa Igniko. Sin embargo, casi cuatro meses después, el nuevo operador aún no ha iniciado la prestación del servicio, lo que ha provocado la acumulación de residuos y preocupación por posibles afectaciones a la salud pública.
La situación generó un fuerte pronunciamiento por parte de Milton Restrepo, gerente de Ibagué Limpia, quien calificó de irresponsable el actuar de Igniko y cuestionó su falta de preparación para asumir nuevos usuarios.
“Es incomprensible que una empresa que desde hace varios meses viene anunciando y gritando su llegada a la ciudad de Ibagué, que previamente había dicho que tenía lista ya su operación en el mes de julio, cuando ya tiene usuarios y debe prestar el servicio, saca el cuerpo y no cumple”, sentenció Restrepo.
El directivo añadió que Igniko ha sido insistente en criticar la operación de Interaseo, pero cuando tiene la oportunidad de actuar, no responde.
“La empresa Igniko (...) cuando por fin tiene los usuarios para que los atienda no tiene la capacidad operativa para hacerlo. Ahora dicen que no están preparados, que no tienen la capacidad logística para atender y que solo pensaban ingresar al mercado en el mes de septiembre”, agregó.
Igniko responde: “Hay un trámite legal y cumpliremos”
En respuesta a las críticas, Anyelo Lemus, gerente de Igniko, explicó que el inicio formal del servicio a los nuevos suscriptores está programado para septiembre, debido a un trámite legal de preaviso que, según él, está contemplado en la Ley 142 de 1994.
“El primero de julio de este año, como consecuencia de una acción constitucional, el operador actual accedió a entregar 12 suscriptores, de los cuales cinco son del conjunto residencial Alejandría. Pero el preaviso según el artículo 1077 es de dos meses, es decir, se vence hasta el primero de septiembre”, señaló Lemus.
Asimismo, Lemus insistió en que el verdadero incumplimiento ha sido por parte de Interaseo, que habría dejado de prestar el servicio en varias oportunidades.
“Recibimos una reclamación donde nos manifestaron que el operador actual llevaba tres frecuencias sin recoger la basura. Eso generó un represamiento y la indignación de las familias afectadas”, explicó.
El gerente también reveló que actualmente solo cinco de las 52 familias del conjunto Alejandría han sido legalmente aceptadas como nuevos usuarios de Igniko, a través de una figura jurídica conocida como silencio administrativo positivo.
“¿Qué pasó con los otros 47 apartamentos? Están inundados de residuos sólidos porque el operador pasó tres veces por la cuadra, pero no les recogió nada. Tenemos pruebas de eso y un juez ya decretó una medida cautelar para garantizar el servicio”, aseguró.
Por su parte, Interaseo manifestó que sí se realizó la recolección de los residuos sólidos a pesar de no tener un contrato vigente con algunos residentes de esta zona.
"En cumplimiento de una medida provisional emitida por un juez en la ciudad de Ibagué y cumpliendo nuestras frecuencias y horarios, realizamos la recolección de residuos ordinarios en las unidades residenciales Alejandría y Escarlata, correspondiente a usuarios desvinculados que no han sido atendidos por el otro operador. De esta manera, mitigamos así el riesgo ambiental en ambas zonas”, comunicó la empresa.
Mientras las empresas enfrentan un pulso legal y administrativo, la comunidad de Alejandría sigue lidiando con la acumulación de residuos, malos olores y el temor a problemas de salud pública. La pugna entre operadores ,una por ingresar y otra por sostener su operación, se da en medio de vacíos normativos, lentitud institucional y ausencia de coordinación efectiva entre entidades responsables.