Nuevo viaducto de Gualanday entrará en funcionamiento en enero del 2020

La conectividad vial en el Tolima se moderniza y se pone a la vanguardia con el funcionamiento, en enero de 2020, del Viaducto Gualanday II, el puente más extenso que se ha construido en el proyecto de la segunda calzada Girardot – Ibagué – Cajamarca y el cual llega a media ladera del cerro El Fraile, en jurisdicción de Coello.

Una mega obra con una longitud de 760 metros, una altura aproximada de 90 metros y un ancho de tablero de 11,7 metros. Con la construcción de este viaducto y la segunda calzada de la variante Gualanday, todos los usuarios que transiten por el corredor Ibagué – Bogotá, se beneficiarán en tiempo, confort y economía.

Más de 15 minutos se estaría ahorrando en el desplazamiento por esta vía que conduce hacia El Espinal y Bogotá, y se prevé que esté disponible para los usuarios en el inicio del próximo año.

El proyecto desarrollado por la Agencia Nacional de Infraestructura ANI, a través de la Concesionaria San Rafael S. A., tuvo una inversión alrededor de $37.000 millones y contó con un plazo de dos años de ejecución en el tiempo de obra.

Este viaducto cuenta con aisladores sísmicos de péndulo invertido. Estos dispositivos aíslan la superestructura en caso de un evento sísmico, y permiten disipar la energía por medio de la fricción (amortiguamiento por fricción), como resultado se obtiene una estructura más segura que minimiza  el daño frente a un hecho de esta naturaleza.

Para la construcción de la superestructura (método de dovelas sucesivas), se utilizaron carros de avance de alta tecnología, con pesos de 50 toneladas, especificadas en el diseño, con un mecanismo de gato hidráulico que permitió optimizar el avance de estos.

Asimismo, fue necesaria la utilización de 13.000 metros cúbicos de concreto, 200.000 toneladas de acero de refuerzo y 290 toneladas de acero de tensionamiento, que cumplen con las normas existentes y con los estándares de calidad más altos.

En el último trimestre del 2019 se adelantaron las pruebas de cargas, las cuales consisten en incluir 20 volquetas con una carga aproximada de 33.000 kilogramos cada una y realizar una verificación de desplazamiento de la placa que no supere más de los 7 milímetros.

A través de este puente, se mitigará la accidentalidad en el descenso entre el Alto de Gualanday y la intersección de Chicoral, una zona crítica en el sistema de riesgo de tránsito. Y así se garantiza la continuidad de la movilidad en la doble calzada con menores costos de operación de transporte y se mejorará la capacidad, el nivel de servicio y la seguridad de la vía, permitiendo el tránsito en dos sentidos por calzadas independientes.

También, durante la ejecución de este proyecto de infraestructura fueron construidos tres puentes con conexión a la doble calzada: uno localizado en el Alto de Gualanday, con una longitud de 17 metros que comunica la vía actual Ibagué – El Espinal con la vía de servicio; el puente Avispas con una longitud aproximada de 30 metros; y por último, el puente Curvo, un puente mixto entre vigas metálicas y otras composiciones en concreto reforzado de 79 metros y que comunica con la variante.

¿Qué pasará con el comercio de Gualanday?

“La gente de Gualanday jamás ha sido olvidada por esta firma concesionaria”, afirmó Michael Andrés Valencia, director del proyecto de la Concesionaria San Rafael.

Con el desarrollo de esta segunda calzada, se han adelantando diferentes proyectos de formación a los habitantes de la zona a través el Servicio Nacional de Aprendizaje Sena y, que con estas iniciativas se pueda reconstruir la base productiva y las relaciones sociales de la población con actividades comerciales.

Con esto, la ANI y la Concesionaria San Rafael S.A. harán entrega de dos áreas o bahías para que los vendedores informales de mango, aquellos que se han ubicado durante muchos años sobre la vía, puedan hacer uso de esos espacios para la comercialización y distribución de sus productos.

Por otro lado, se fomentará el turismo deportivo con la construcción de un bicicarril de 7,5 kilómetros de longitud, entre la intersección de Buenos Aires y el sector el Puente de Gualanday. Por el cual, se busca generar la incorporación de infraestructura para la circulación de este medio de transporte con el sistema existente de la ciclorruta que conecta con Ibagué.

La cicloinfraestructura contempla la construcción de dos ‘bicipuentes’ que brindarán a los usuarios una ruta más segura y confortable, en la que disfrutarán de la panorámica en el paso por las curvas del Alto de Gualanday para finalmente deleitarse con la variedad frutal y gastronómica de la zona.