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“Fue la sentencia a un infierno que jamás pensé vivir”: el relato de una mujer víctima de un atraco en Ibagué

La mujer se vio rodeada de ocho sujetos con machetes que apuntaban hacia ella y su hermano. Esta es su denuncia.
Ibagué
Autor: Redacción Ibagué
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Redacción Ibagué
“Fue la sentencia a un infierno que jamás pensé vivir”: el relato de una mujer víctima de un atraco en Ibagué

Un partido de fútbol que se convirtió en la peor noche de su vida. Así describió Diana Marcela Hernández el atraco del que fue víctima minutos después del partido entre Deportes Tolima y Deportivo Cali, el pasado 22 de diciembre.

A través de sus redes sociales, Diana denunció el episodio de terror en el que se vio rodeada de ocho sujetos con machetes, y que se quedará grabado en su mente y su cuello, mientras cicatriza. Este es su relato.

“Nosotros vivimos cerca al estadio, así que caminamos de ida a ver el partido y lo hicimos de la misma manera al regreso, sin saber, claro, que ese regreso sería la sentencia a un infierno que jamás pensé vivir y menos en mi ciudad”, manifestó.

Diana relató que, de camino a su casa, súbitamente, muchas personas aparecieron corriendo por la Cuarta Estadio con calle 42A, entre ellos, un joven con un cuchillo gigante de cocina y una mujer que gritaba tras de él que la habían robado.

Sin embargo, explicó, que luego de escuchar que habían agarrado al ladrón se tranquilizaron. Por eso, continuaron su camino sin saber que había sido la peor decisión.

“Nunca supimos qué pasó. Solo sé que todos empezaron a correr. Yo me devolví a la Cuarta Estadio y me di cuenta que venían corriendo muchachos con machetes, así que me devolví y vi que tenían a mi hermano tirado en el piso, contra un portón blanco y alrededor suyo unos ocho vándalos con machetes”, dijo.

Y agregó: “Así que me metí, me quitaron el bolso (con mi celular, cédula, entre otras cosas), luego me tiraron al piso al lado de mi hermano y obvio nos apuntaban y amenazaban. Le quitaron el celular. Me vieron una cadena que llevaba puesta, me lanzaron la mano y la arrancaron, mientras me aruñaron el cuello”.

Acto seguido, relató Diana, gritó con todas sus fuerzas mientras los delincuentes se marchaban, pero ninguna autoridad acudió en su auxilio. Entonces, dijo, cayó cerca de un caño por el susto y el cansancio.

“Muy pocas personas llegaron, yo estaba hiperventilando, me ardía el cuello, una mujer me sostenía la cabeza y me ponía alcohol en la nariz. Nunca llegó un policía”.

Minutos después, Diana rastreó su celular a través de un computador y descubrió que los ladrones se encontraban en inmediaciones del Éxito de la calle 80.

Desde allí, explicó, bajaron lentamente por la carrera Cuarta hacia el barrio Atolsure. Fue en ese punto cuando su papá dijo que los seguiría pero ellos se lo impidieron porque se trataba de un grupo de jóvenes armados con machetes.

“Marqué más de siete veces a la línea 123 para que nos acompañaran. Nunca contestaron. Hasta que perdí la señal porque en el barrio Nuevo Armero apagaron mi celular”, sostuvo.

Así pues, aseguró que solo después de cuatro días pudo pasar el trago amargo y hablar públicamente sobre lo sucedido, ya que el 22 de diciembre se quedará en su mente como una de las peores noches de su vida.

“No solo tengo en mi mente el recuerdo vivo de lo que pasó, sino que por ahora y mientras cicatriza mi cuello, lo llevaré en mi piel. Sí, estoy viva, y lo material se recupera, pero qué golpe tan fuerte te da una sociedad tan dañada y podrida”, denunció.

“Soy fiel defensora de la Policía, de mi ciudad, pero me defraudaron. La tranquilidad de caminar por las calles, la paz que sentía de poder ir al estadio a ver a mi equipo del corazón, la emoción, eso, todo eso se fue”, lamentó.

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