fbpx Familia de Juan Bernardo Mejía sigue exigiendo justicia tras su muerte | ELOLFATO.COM - Noticias de Ibagué y Tolima Pasar al contenido principal

Familia de Juan Bernardo Mejía sigue exigiendo justicia tras su muerte

Mamá del joven pide a las autoridades que no dejen de buscar a Mario Troncoso.
Ibagué
Autor: Redacción Justicia
Autor:
Redacción Justicia
Familia de Juan Bernardo Mejía sigue exigiendo justicia tras su muerte

Con el fallecimiento de Juan Bernardo Mejía Flomin, su familia no acaba con la búsqueda de la justicia para este joven, quien pasó los últimos nueve años de su vida en la cama de una clínica, bajo atención médica y el cuidado especial de su madre, Hilda Flomin. 

EL OLFATO habló con esta mujer que, como lo reconocen sus otros dos hijos, entregó estos años a cuidar todos los días de su hijo menor.

“Hemos notado la ausencia total de la justicia”, así empieza su relato Hilda, quien agradece cada arruga de experiencia que le dejó el cuidado de ‘Juanito’, como lo recuerda. 

Juan Bernardo quedó en estado vegetativo desde el 26 de octubre de 2014, luego de recibir una brutal golpiza, en el bar Rancho San Miguel, como lo avalan los fallos judiciales, por parte de los primos César Alejandro Troncoso Camacho y Mario Alejandro Troncoso Troncoso. Ver más: (Luego de nueve años en estado crítico, falleció Juan Bernardo Mejía, joven víctima de una brutal golpiza en Ibagué)

César Alejandro tuvo el beneficio de la prisión domiciliaria y, según Hilda, está a punto de terminar de pagar la condena, la cual, prácticamente, pagó en libertad porque, como lo mostró el programa Séptimo Día, permanecía más en la calle que en la vivienda. 

Ahora está el caso de Mario Alejandro Troncoso Troncoso, primo del otro condenado.

Siempre decían que Mario Troncoso estaba en tal parte, que en el barrio Irazú y cuando llegaban no lo encontraban. Parece que alguien le avisaba”, recordó Hilda. 

Mario Alejandro estuvo detenido unos meses, recobró su libertad  y, desde 2015, es buscado por dejar en ese estado a Juan Bernardo. 

El llamado que hace esta madre es a la Policía para que busque a este hombre que tanto sufrimiento le causó a la familia. 

Necesitamos que obren para capturar a este prófugo porque les quedó grande durante nueve años”,  le dice esta madre a las autoridades. 

Del proceso judicial recuerda con profundo pesar, “esta gente se aprovechó de todo de nuestra ignorancia a este nivel. No teníamos conocimiento de nada, nos envolvieron, nos trampearon”. 

Y es que a los primos Troncoso, a pesar de la gravedad del delito y el daño que le causaron a Juan Bernardo, quien perdió la tercera parte de su cerebro y se lo tuvieron que sacar, nunca fueron imputados por el delito de tentativa de homicidio. 

César Alejandro fue condenado a siete años de prisión por el delito de lesiones personales con deformidad permanente y Mario Alejandro por la conducta punible de  con una condena de tres años y 11 meses. Ver más: (Indignación por los beneficios que le otorgó un fiscal a dos jóvenes que le arruinaron la vida a Juan Bernardo Mejía)

Una madre inquebrantable 

Los días desde hace nueve años fueron exclusivamente para Juan Bernardo. 

Según Hilda, llegaba hora y media antes de que abrieran la puerta de la Clínica Cardiocríticos del médico Jorge Lara y siempre pedía quedarse unos minutos más para cuidar, con todo su amor, a su Juanito. 

Con un versículo de la Biblia: “Dios da la paz que sobrepasa todo entendimiento humano”, recuerda que su hijo ya está en paz y durante estos cerca de nueve años Dios se lo entregó para que no saliera al mundo. 

En este momento, sabe que su hijo está en paz porque, según recuerda y por todas las terapias que recibió, su Juanito ya estaba entendiendo.

Con todo el amor de madre recuerda que tenían su propio lenguaje, hablaban con las miradas y ella le entendía todo lo que él sentía. 

Mi hijo era un bebé, yo me comunicaba con él, es algo sobrenatural. Él suspiraba cuando me veía por la ventana de la habitación. Con las enfermeras, que fueron su otra familia, él se reía mucho. Jugaba”, recordó Hilda. 

Esta madre aprendió a cambiar las sábanas, los pañales, a mover el cuerpo de su hijo, alimentarlo y sentir sus dolores, le faltó aprender a canalizar las venas. En medio de ese cuidado, ella sufrió una hernia inguinal, pero apenas se recuperó volvió a donde Juanito. 

Recordó el último día de vida de su hijo, ese viernes 7 de julio. 

“Le decía:  “papá te noto triste. Le dije que no estés triste porque Dios te guardó  del mundo, porque si te pongo a caminar a Juanito se me pierde en el mundo y Juanito se fue”, dijo esta madre. 

Juan Bernardo empezó a sufrir de apnea, se le detenía la respiración cuando estaba despierto. Según su progenitora sería por la falta del lado izquierdo del cráneo y que la mandíbula se le empezó a meter. 

Como enseñanza dice que de su hijo Juanito aprendió a tener paz, tranquilidad y ahora le pide a Dios que la justicia llegue para las personas que lo dejaron nueve años en una cama. Ver más: (Ratifican orden de detención contra el prófugo Mario Alejandro Troncoso por dejar en estado vegetativo a Juan Bernardo Mejía)

© 2024 All reserved rights.
Diseño y desarrollo web por Micoworker