“Tengo fe en que me voy a recuperar”: el joven ibaguereño que enfrenta por segunda vez el cáncer

Brian Steven Gualtero, un joven de 27 años residente en Ibagué, fue diagnosticado nuevamente con linfoma de Hodgkin, una forma de cáncer que ya había superado hace una década. Tras varios meses de hospitalizaciones y exámenes, finalmente recibió la autorización para iniciar su tratamiento de quimioterapia.

En enero de este año, Brian comenzó a experimentar síntomas como palidez, desmayos repentinos y dificultad para respirar. El primero de febrero fue hospitalizado en el Hospital Federico Lleras Acosta, donde los exámenes revelaron la presencia de ganglios inflamados. Después de una biopsia y una larga espera por los resultados de patología, le confirmaron la noticia que temía: el cáncer había regresado.

“Todo empezó cuando en enero del presente año, me encontraba trabajando, creería que la enfermedad llevaba mucho tiempo en mi cuerpo, pero por el trabajo, de uno no ponerle cuidado, el cuerpo le dice a uno las cosas, no ponía atención y lastimosamente el primero de febrero me hospitalizaron porque ya me desmayaba de la nada, me caía estando solamente haciendo una actividad física muy breve, me faltaba el aire, estaba muy, muy pálido. La gente se asombraba de lo pálido que estaba”, expresó Brian.

 

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A pesar de la gravedad de su condición —que incluye más de 26 lesiones en ganglios, una filtración en la columna y un tumor en el cuello—, Brian tuvo que esperar meses por una autorización médica para iniciar su tratamiento. Gracias a la gestión incansable de su madre y al respaldo de la comunidad, finalmente obtuvo la autorización para iniciar la quimioterapia. (Ver: Madre ibaguereña logró que su hijo recibiera el tratamiento para el cáncer que padece)

“Fue un momento difícil, en estos seis meses que he pasado del presente año han sido solo hospitalizaciones, cirugías, exámenes. Tuve una recaída, el cáncer volvió a nacer en mí. Ya estoy en proceso de iniciar una quimioterapia, que luchamos y luchamos, pero gracias a toda la comunidad, a los entes del gobierno, a los periodistas como EL OLFATO, pude encontrar una autorización por parte de sanidad para poder iniciar lo que sería la quimioterapia, una quimioterapia un poco fuerte, un poco difícil”, indicó Gualtero.

Pero su historia va mucho más allá de la enfermedad. Brian es un joven comprometido con su comunidad. Vive con su madre –a quien describe como su motor – y desde su barrio organiza campeonatos deportivos para niños, a quienes también les brinda refrigerios. Además, ha establecido un negocio de reparación de celulares y computadores, actividad que aprendió durante sus estudios en el Sena y en la Universidad del Tolima.

“Acá en mi barrio donde vivo hago campeonatos a los niños, les doy refrigerios. Me gusta mucho ayudar, colaborarle a los niños, porque veo a los niños allá en el hospital enfermos y a mí me da muy duro un niño de esos. Actualmente, me dedico a trabajar, con la ayuda de mi mamá, como mantengo muy, muy enfermo, pudimos montar un negocio dedicado a lo que es la reparación de celulares y computadores. Hoy en día, gracias a Dios nos va muy bien, hemos podido sacarlo adelante, ya que por la enfermedad no me recibían en ninguna empresa”, aseveró.

Asimismo, Brian contó que en medio de esta nueva etapa de su enfermedad ha conocido personas que lo han ayudado a comprender el proceso. A pesar de haber enfrentado el cáncer dos veces siendo tan joven, dijo que ha logrado entender que, si supera esta recaída, su vida se convertirá en un testimonio de fe.

“Últimamente he aprendido muchas cosas, me he encontrado con las personas adecuadas que me han ayudado a entender el proceso porque, claro, ya dos veces en mi vida tan joven, uno se pregunta, ¿pero por qué? ¿Por qué a mí? ¿Por qué yo? ¿Qué hago mal? Pero me han ayudado a entender que si venzo esta enfermedad, sería un testimonio mucho más grande. Voy a demostrar que los milagros sí existen. A mí me han desahuciado, pero no me importa porque yo sé que puedo y que Dios me va a ayudar, porque él nunca me ha dejado solo”, dijo.

Finalmente, Gualtero hizo un llamado solidario a quienes gozan de buena salud para que valoren esa condición y apoyen, en la medida de sus posibilidades, a quienes enfrentan el cáncer.

“Le pido a las personas que oren por mí, que oren por todos los niños allá de oncología que están en el Federico, en Clinaltec, porque créame que ver esos niños allá enfermos, es algo que marca el corazón. Si ustedes pueden orar por la salud de cada uno de los que padecen esta enfermedad. A las personas que están bien, que aprovechen su salud, porque uno enfermo nunca sabe realmente cuándo puede estar mal, la persona que tenga el poder de ayudar que lo haga, porque es una enfermedad muy difícil que nadie quiere pasar. Yo tengo mucha fe de que me voy a recuperar”, concluyó.

Brian enfrenta su tratamiento con fe y esperanza. Su historia refleja una profunda resiliencia y demuestra cómo el respaldo familiar y comunitario puede marcar la diferencia al enfrentar las adversidades más duras de la vida.