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¿Ganó la crítica insidiosa?

El jefe de prensa de la Alcaldía de Ibagué, Henry Rengifo Hernández, publicó en la red social Facebook un extenso comentario que tituló: “¿Ganó la crítica insidiosa?”, en la que le sugiere al alcalde Luis Hernando Rodríguez desistir de la realización de los Juegos Deportivos Nacionales.
 
Resulta curioso que Rengifo, a quien aprecio y en quien reconozco una voz disonante en medio de la jauría de aduladores interesados en dádivas personales al interior de la maltrecha “Seguridad Humana”, haga un comentario de esta naturaleza, especialmente porque al igual que su jefe le achaca la culpa de todos los males de Ibagué a los críticos de la administración local.
 
Consciente de que hago parte del selecto grupo de los “críticos” que tanto incomodan al alcalde y a su administración, es menester hacer algunas precisiones referentes al derecho a la libre expresión y a los verdaderos causantes del rotundo fracaso de la “Seguridad Humana” en muchos sentidos.
 
En primer lugar, resulta ofensivo que en un país en donde la libertad de expresión ha superado incontables escollos para posicionarse por fin como un derecho constitucional, se estigmatice la libre opinión y se amenace con demandas y procesos ante diversas instancias, como en su momento lo sugirió el Alcalde de Ibagué en referencia a cuantos se atrevieran a criticarlo.
 
Resulta paradójico que el Alcalde Luis H., quien en su hoja de vida consigna con orgullo el título de Abogado de la Universidad Externado de Colombia, cuna del libre pensamiento en nuestro país, desconozca la libre expresión como un derecho consagrado en nuestra Carta Magna, la cual en su artículo 20 declara: Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura.”
 
En segundo término, resulta insólito que la administración municipal le siga echando la culpa a los “críticos” por sus pobre gestión en muchos frentes. Solo falta tomar unos casos conocidos por la opinión pública para comprobar que no somos quienes cuestionamos ni criticamos los causantes de la calamitosa situación de la ciudad.
 
¿Acaso los críticos han incido en que Ibagué tenga una de las tasas de desempleo más altas del país? ¿Serán los críticos los causantes de que Ibagué no tenga a estas horas un Sistema Integrado de Transporte Público en operación? ¿Serán las voces contrarias a la administración las causantes del descalabro financiero, el atraso en las obras y los cuestionamientos al controvertido proyecto del Panóptico? ¿Será acaso que las opiniones contrarias a la “Seguridad Humana” han hecho que por dos años consecutivos Ibagué sea la ciudad con la más alta tasa de trabajo infantil en el país? ¿Tendrán la culpa los librepensadores por la improbable culminación del acueducto complementario que el alcalde prometió en campaña? ¿Fueron los “críticos insidiosos” del alcalde quienes formularon los pliegos para las licitaciones de las obras de los Juegos Nacionales como para que el alcalde y su jefe de prensa digan ahora que si no se hacen los Juegos es por culpa de tales individuos?; ¿Será que el abogado Luis H. Rodríguez no se ha dado cuenta de los fundamentados cuestionamientos en relación con los Juegos Nacionales provienen de la Procuraduría General de la Nación y la oficina del Zar Anticorrupción? ¿Será el Procurador General, la Procuradora Provincial o el Zar Anticorrupción son ahora críticos o enemigos de la “Seguridad Humana” por cumplir con su deber?
 
Podría seguir enunciando más casos en donde los “críticos” no han tenido nada que ver como causantes del fracaso institucional, pero que a la luz de la obtusa imaginación del alcalde y su camarilla son los únicos responsables de todo lo malo que le sucede a la “Seguridad Humana” y en consecuencia a nuestra ciudad.
 
No nos llamemos a engaños, pues aquí lo cierto es que el principal y único responsable de la debacle es el Alcalde Luis H., pues puso temas determinantes para la ciudad en manos de personas cuestionadas en algunos casos e incompetentes en otros, con consecuencias potencialmente catastróficas para el futuro de Ibagué, particularmente en cuanto a los Juegos Nacionales se refiere.
 
¿Acaso el alcalde ha sopesado el impacto negativo en términos de generación de empleo, distribución del ingreso y crecimiento económico para Ibagué en caso de que fracasen los Juegos Nacionales? ¿Habrá considerado el mandatario las consecuencias nefastas para las futuras generaciones de deportistas si las obras para los Juegos Deportivos Nacionales no se hacen? Francamente yo no creo.
 
Finalmente, debo resaltar el valor de la crítica y el cuestionamiento público como mecanismo de control social, pues de no haberse registrado en la ciudad un movimiento colectivo de oposición justificada y coherente al proyecto de las fotomultas, por citar un solo ejemplo, hoy un afortunado particular estaría disfrutando de astronómicos ingresos con la sospechosa complacencia de la administración local.
 
La crítica y la denuncia son necesarias en una sociedad democrática, pues sirven de control para prevenir actos irresponsables, temerarios, ilegales y poco transparentes por parte de las administraciones, así de esta ingrata labor solo se reciban insultos, descalificaciones o amenazas, muchas de las cuales provienen de aquellos que ven amenazados sus oscuros intereses y sus ilícitos ingresos.

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