Estudio revela que jóvenes no toman decisiones racionales en cuanto al manejo del dinero

Según hallazgos de la economía del comportamiento, ciencia que estudia el impacto de las emociones en las decisiones financieras, cuando del manejo del dinero se trata los seres humanos no tomamos decisiones racionales, sino que las emociones, sesgos, temores, el cortoplacismo y la tendencia a valorar más las ganancias esperadas que las pérdidas, son la brújula para actuar.

La falta de racionalidad, en la mayoría de los casos, conlleva a que se elija el gasto inmediato frente la acumulación del capital, realidad que conlleva a que tan solo cinco de cada diez colombianos tengan el ahorro como un hábito permanente y se pongan barreras para lograrlo.

Esta situación se agudiza sobre todo en los jóvenes, quienes, en investigaciones recientes de Protección, reconocer que a la hora de calificar la relevancia o la prioridad de los gastos, destinan más del dinero necesario en ocio, vestuario y/o comida, y no cuentan con el ahorro como una prioridad.

“Somos conscientes de que existen barreras psicológicas propias de la naturaleza humana que imposibilitan el ahorro. Debemos incrementar el ahorro, en especial los jóvenes que apenas inician su etapa laboral, para que este sea un vehículo de cumplimiento de metas.” afirmó Juan David Correa, presidente de Protección.

Está claro que hay que partir de una realidad en la que el comportamiento del ser humano está fundamentado en las emociones, pero estas barreras y su entorno cultural se pueden contrarrestar con acciones basadas en la comprensión de aquello que motiva y facilita a las personas al momento de tomar una decisión tan importante como el manejo de sus finanzas y el ahorro.

Protección está convencido de que los jóvenes si están dispuestos a ahorrar y que sus imprevistos, viajes, pago de educación, planes de emprendimiento o compra de gadgets tecnológicos, los pueden hacer con mayor planeación financiera y menos endeudamiento.

*Con información de Dattis.