Estudiantes de la UT dicen no estar de acuerdo con el inicio de clases de manera virtual

En una reciente entrevista con EL OLFATO, el rector de la Universidad del Tolima, Ómar Mejía, afirmó que ya se habían aprobado las modificaciones del calendario académico para este año, las cuales les permitirían continuar con el desarrollo del semestre e inicio de clases el 13 de abril.

El rector de la UT aseguró también que venían trabajando en unos diagnósticos que les permitieran dar cuenta la disponibilidad que tienen estudiantes y profesores de equipos de cómputo y conectividad a internet.

“Seguimos trabajando y pensando la forma de llegarles a esos pocos que hoy puedan presentar una dificultad de conexión”, dijo Mejía. (Ver: Así trabaja la UT para mitigar las afectaciones de esta emergencia por el COVID-19 en su comunidad universitaria)

No obstante, la comunidad estudiantil de esta institución manifiesta que no es tan sencillo como parece y que lo que están logrando las directivas con la continuidad de las clases de manera remota es crear una desigualdad entre los que tienen las herramientas y quienes no, motivo por el que lideran el movimiento #YoNoMeConecto en redes sociales, asegurando que “somos todos o ninguno”.

“Nosotros entendemos que las directivas se amparan bajo las directrices del Ministerio de Educación en esta coyuntura de contingencia nacional; sin embargo, ellos no pueden dejar de reconocer que la universidad tiene muchos vacíos en cuanto a coberturas tecnológicas, tendiendo en cuenta que al ser la única universidad pública de la región, cerca del 80 % son estratos 1 y 2, significando que muchos no tienen las herramientas suficientes”, expuso Susan Paola Gallego, estudiante de Biología de la UT.

Gallego comentó que se debe salvaguardar la integridad económica y social de los estudiantes, así como brindarles garantías reales, poniendo como ejemplo que si la Universidad de Ibagué les facilita computadores a las personas que no los tienen, la UT por qué no hace lo mismo. (Ver: Unibagué facilitó computadores a estudiantes para que puedan continuar con sus clases desde casa)

De igual manera, añadió que ese no es el único problema para continuar con las clases: “hay muchas carreras, como la mía (Biología), que tienen muchos complementos prácticos, salidas de campo, trabajos en el laboratorio, cómo se hará eso de manera virtual (…) Lo mejor en este momento es aplazar las clases”.

Una posición en la que coincidió Daniela Santana, estudiante de Sociología de la UT e integrante de la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios, quien declaró que no se puede acceder a una educación virtual cuando no se tiene la infraestructura tecnológica para poder avanzar.

“Realizamos una encuesta como estudiantes, así de manera informal, donde respondieron 1.900 personas y muchos de ellos decían que no tenían acceso a internet fijo o sencillamente ni un computador. La página es muy eficiente cuando uno se conecta desde un computador, pero cuando se hace desde un celular no funciona y el estudiante necesita internet fijo, porque una videollamada, por ejemplo, no se sostiene con datos móviles”, detalló Santana.

Se ha insinuado que puede ser una “estrategia” para evitar clases…

Esta discusión lleva varias semanas, por un lado, está lo que manifiestan los estudiantes y, por otro, se ha dicho que no son tantos los que no cuentan con equipos de computo y conectividad a internet, por lo que algunos consideran es un tipo de estrategia para evitar la continuidad de las clases.    

Ante esto, Daniela Santana aseguró que “efectivamente son una minoría quienes hoy no tienen las condiciones para ingresar a las clases, pero la universidad no debe entrar en el debate si son poquitos o son muchos, deben es crearse las condiciones para esos poquitos, porque a nadie le están regalando la educación, por más que sea un sistema público tuvimos que pagar una prueba de estado, pasar con un puntaje determinado, para poder entrar, pagamos matriculas, por ejemplo yo pagué este semestre $1.200.000”.

Opinión en la que también concuerda Susan Gallego. Ella consideró que siempre han buscado la manera de desprestigiar el movimiento estudiantil.

“Nos mandan unas encuestas para definir quiénes tienen o no las herramientas, pero seguimos en las mismas porque las llenamos los que tenemos acceso a internet, hay un sesgo de información porque qué pasa con el que está en las zonas rurales o simplemente no tenga internet para responderlas”, puntualizó esta estudiante de Biología.

La propuesta: suspender las clases

Ambas estudiantes de la Universidad del Tolima coinciden en dos cosas: primero, en que “somos todos o ninguno” y, segundo, que se deben suspender las clases.  

Gallego expresó que la propuesta es simple, “que tengan un poco de tacto y escuchen a las personas que estamos hablando por los demás, por los que no pueden y tengan en cuenta todas las posiciones, porque realmente no todo es tan fácil como parece”. (Ver: El Sello Editorial de la UT ofrece más de 300 títulos en línea y gratuitos para esta época de aislamiento)

Mientras Santana, desde la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios, sí plantea que “el semestre sea suspendido hasta la segunda mitad del año, como lo está haciendo la Universidad del Cauca”.

Esta estudiante de Sociología también indicó que son conscientes de que deben garantizárseles el pago a los docentes de cátedra, por eso le recomiendan a la universidad que abra unos cursos, dictados por ellos y tomados por los que sí tienen la posibilidad de conectarse.

“En este momento podemos enfocarnos a investigar el después de la pandemia, porque después todo quedará fracturado y en crisis, la economía, la educación, qué mejor que estudiarlo y aportar desde la universidad”, concluyó Santana.

Esta misma discusión se vive en todo Colombia, pues hasta el próximo 30 de mayo tienen autorización todas las universidades del país para continuar con sus clases de manera virtual en el marco de la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19.

Mientras la mayoría de las 32 universidades públicas insisten en continuar con la formación académica, sus estudiantes, como los de la Universidad del Tolima, piden suspender las clases.