Columnas de opinión

En Ibagué, el provincialismo oportunista no solo es cuestión de caciques políticos.

Todos terminaremos pagando los platos rotos de la falta de planeación, la pereza o la ineptitud de la administración.

La reforma de Santos no propone eliminar la mermelada y el clientelismo.

Aunque nos digan que los opositores a este Acuerdo vamos en contravía de los intereses de la Ciudad, seguiremos avanzado con las denuncias pertinentes para que este Acuerdo no llegue al feliz término.

El presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Ibagué le urge comenzar a superar expectativas y moderar su lenguaje y genio.

Percibimos a un mandatario inconsistente en las cifras, dudoso en el procedimiento, prevenido ante los cuestionamientos y desatinado al culpar a los medios de comunicación por “desinformar” a la opinión pública.

La poca claridad de las cifras puede ocultar uno de los meganegocios más rentables de la historia de Ibagué: Las fotomultas.

No encuentro diferencia entre un borracho al volante y otro a caballo. Son iguales de peligrosos.

Porque como el único voto respetable es el que se decide a conciencia, me traicionaría a mí mismo si por miedo tomara partido por lo que repudio.

Para segunda vuelta hay que actuar con cabeza fría. El espectro de elección no es lo mejor, pero si es necesario pensar en el bienestar del país.

Si miramos la utilidad de un reinado para la región, solo queda la ilusión y la esperanza de tener soberana.

Lo que tienen que hacer es sumarse a los comités de trabajo para conquistar el éxito del evento.

En una ciudad sustentable el gobierno trabaja de manera coordinada y comprende las necesidades de la población.

Basta con escuchar algunas víctimas para reconocer que como sociedad les hemos fallado a cientos de compatriotas.

La Contraloría demostró que no se limitó a cobrarse de los erario los costos de administración, sino que los convirtió en patrimonio suyo.

A propósito, si utilizo la palabra lucha, ¿será que me estigmatizan? ¿me chuzan mi teléfono?, porque así están las cosas…

El actual modelo político está en crisis. A esta conclusión llegaron muchos de los análisis post electorales al revisar pérdida de curules para el Senado.