Secretaría de Salud entregó cifras falsas sobre suicidios en 2017

El secretario de Salud de Ibagué, Gelver Dimas Gómez, parece no tener claridad sobre el número de personas que se suicidaron en la ciudad durante el año 2017 o quiso “maquillar” las estadísticas para mostrar una buena gestión en materia de salud pública.

El pasado 27 de diciembre, el funcionario publicó un comunicado de prensa a través de la pagina web de la Alcaldía de Ibagué en la que celebraba la reducción de un “33 %” de los suicidios en la capital tolimense.

“Mientras que en el 2016 se presentaron 45 suicidios, este año la cifra no supera los 30 casos, lo anterior, producto de las estrategias de prevención y promoción de salud mental que adelanta la Alcaldía en jóvenes y adultos de Ibagué”, aseguró el funcionario en el boletín.

Ante la inexactitud de la información presentada, porque nunca entregó un número exacto sino que habló de “menos de 30 casos”, EL OLFATO se comunicó de inmediato con el Secretario de Salud para que nos proporcionara algún documento oficial que soportara su positivo balance.

Dimas en principio preguntó: ¿cuál era el enfoque que tendría el artículo? Cuando le respondimos que sería una noticia preventiva, se comprometió a entregar la información requerida.

Pasaron tres semanas y no contestó. Ante su silencio, acudimos a la Secretaría de Salud del Tolima y la sede regional de la Fiscalía General de la Nación, entidades que tenían una información diferente a la proporcionó el funcionario.

Al conocer que este medio de comunicación había establecido la información correcta, el secretario de Salud de Ibagué no tuvo otro camino que reconocer que había entregado una estadística falsa, porque no hubo una reducción del 33 sino del 15,2 %.

La cifra de personas que se quitaron la vida el año pasado, según las estadísticas oficiales, no fueron “menos de 30” sino 39.

Más allá de las cifras, lo importante es prevenir

Decidimos contactar a dos psiquiatras especialistas en suicidio de Bogotá, quienes invitan a las autoridades locales a no centrarse en las cifras, sino en brindar la atención oportuna a las enfermedades mentales, que son las reales causas de este fenómeno.

El expresidente de la Asociación de Psiquiatría de América Latina, Rodrigo Córdoba, y el director del departamento de Psiquiatría de la Universidad Nacional, José Manuel Calvo, afirmaron que es impreciso relacionar un suicidio con un conflicto de pareja o un ‘mal de amor’, pues dicho fenómeno está realmente asociado al padecimiento de enfermedades mentales, que en su mayoría, no tienen un manejo adecuado o no han sido identificadas.

“Los suicidios son producto de una patología mental en donde se presenta un detonante externo y un impulso. La relación entre enfermedad mental e impulsividad con un hecho fortuito es lo que muy seguramente explica la gran mayoría de los suicidios”, afirmó el especialista, quien agregó que, por tal razón, es incorrecto afirmar que “el mal de amor” es una causa de suicidio, ya que “no todas las personas que sufren una decepción amorosa o problemas económicos deciden quitarse la vida”.

Por su parte, el psiquiatra José Manuel Calvo explica que el 99% de estas muertes son causadas por una patología de base. “La depresión está presente en el 50% de los casos de suicidio por enfermedades mentales, lo cual hace más complejo identificar a las personas que, en un determinado momento, podrían decidir acabar con su vida. Es una enfermedad silenciosa”, explicó Calvo.

Entre tanto, Córdoba enfatizó en que “es importante que las personas entiendan que el equilibrio emocional también puede romperse... En la medida en que las enfermedades mentales se detecten de manera temprana, especialmente la depresión y los trastornos bipolares, vamos a impactar en las cifras de suicidio”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la depresión como “un trastorno mental frecuente que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración. La depresión puede llegar a hacerse crónica o recurrente y dificultar sensiblemente el desempeño en el trabajo o la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria”.

Señales de alerta

Aunque no es fácil identificar a una persona que podría llegar a suicidarse, el médico psiquiatra José Manuel Calvo menciona que existen señales a las cuales se les debe prestar atención: cambios bruscos en su comportamiento cotidiano (bajo rendimiento escolar o laboral, tristeza y desdén en sus acciones), indicios de una despedida sin explicación (una renuncia, un divorcio o ruptura sorpresiva) y actitudes de aislamiento e inicio de consumo de sustancias alcohólicas o psicoactivas.

De igual forma, agrega, algunas personas, al descubrir que padecen una enfermedad terminal o llevan años luchando contra un mal incurable, pueden tomar la decisión de acabar con su vida.

En el caso particular de los niños y jóvenes, población en la que se presenta una mayor tasa de suicidios para la ciudad de Ibagué, el experto afirma que es importante no desestimar las expresiones de los niños y jóvenes que manifiestan la intención de acabar con su vida.

“Cuando un niño expresa este deseo, padres, profesores y amigos, debemos evitar regañarlos o intentar consolarlos con frases como “tienes toda la vida por delante”. Hay que escucharlo o buscar ayuda de un profesional especializado”, puntualizó el psiquiatra.